Leo Messi, con un doblete, lideró ayer la épica remontada del Barcelona, que goleó al Milan y se clasificó para los cuartos de final de la Champions tras voltear el 2-0 adverso de la ida.
«A esta generación le falta una remontada», dijo Xavi tras la dura derrota sufrida en la ida. Ayer la logró, con un fútbol magnífico durante 70 minutos. Fue el Barcelona de las grandes ocasiones. Alentado por un campo en llamas, el equipo azulgrana mejoró notablemente la versión ofrecida en el último mes y fue el viejo Barcelona, ese bloque que presiona en campo contrario, que recupera el balón, que tira paredes a velocidad de vértigo, que juega vertical… Y también fue el Barça de Messi.
Porque el argentino rindió a plenitud, como le pedían sus incondicionales. Ayudado por los inteligentes movimientos de Villa, el argentino se alejó un poco del área para participar más en el juego de su equipo. Y solo necesitó cinco minutos para marcar. Ocurrió en la jugada más conocida del Barcelona, que llegó a la frontal del área tirando mil paredes. El balón cayó en los pies de Messi, quien soltó un latigazo que Abbiati ni vio y el balon entró por la escuadra.
Para entonces, el Milan vivía en su área y su rostro era la viva imagen del pánico. El bloque local sumó una, dos, tres y cuatro llegadas en 15 minutos e Iniesta estrelló un balón al palo en plena catarsis.
Sin embargo, el Milan pareció enderezarse un poco a partir de la media hora y vivió su momento clave a los 38 minutos, cuando Niang aprovechó un grave error de Mascherano para quedarse solo delante de Víctor Valdés, pero estrelló su lanzamiento en el palo.
Fue una acción decisiva porque un minuto después llegó el segundo gol del Barcelona. El autor, cómo no, fue Messi. El argentino soltó otro fogonazo desde la frontal del área y sorprendió a Abbiati.
El cuadro italiano pareció mostrar una cara algo más ambiciosa en el inicio de la segunda mitad, pero, un nuevo golpe, a la postre definitivo, le devolvió a la realidad. A los 55 minutos, Mascherano se anticipó prodigiosamente, el cuero pasó a Xavi y éste puso un espléndido balón sobre Villa, quien definió con categoría.
El tanto dejó aturdido al rival, que tardó mucho tiempo en reaccionar. Ni siquiera le ayudaron las entradas de Muntari y Robinho. Con la eliminatoria de su parte, el Barcelona se dedicó a defender.
Pero en el conjunto local apareció la fatiga y el paso de los minutos fue llenando el campo de tensión. El Camp Nou vivió los últimos instantes con el corazón desbocado y en el descuento llegó la sentencia, obra de Jordi Alba.
Con el pitido final, la hinchada estalló en una de las mayores ovaciones de los últimos tiempos. Volvió el viejo Barcelona.
Tito volverá el día 25
Además de la buena noticia del triunfo, Carlos Rexach, asesor de la junta directiva, explicó que Tito Vilanova regresará el próximo 25 de marzo, una vez que complete el tratamiento en Nueva York.
Otro resultado
Schalke 04-Galatasaray 2-3
