La Liga, en una atípica jornada entre semana, regresa con fuerza con un Barça-Granada en el que los blaugranas, a ocho puntos tras el pinchazo del Real Madrid, esperan seguir recortando distancias y dar más emoción a una Liga que puede haber vuelto a cobrar vida.
El conjunto azulgrana ha firmado una serie de cinco partidos consecutivos ganados en la competición doméstica, siete si se suman los triunfos en la Champions ante el Bayer Leverkusen, y por la mente de los jugadores catalanes no pasa otra cosa que seguir con esta racha para presionar al líder y seguir en forma para la competición continental.
Tras vencer al Sevilla en el Sánchez Pizjuán (0-2) en un buen partido, en el que se confirmó la mejora en el juego, los hombres de Pep Guardiola pusieron fin al ‘gafe’ que les perseguía este año fuera del Camp Nou.
Los goles de Xavi, de falta directa, y la enésima obra magistral de Leo Messi, que cazará en breve a César como máximo goleador histórico del club, permitieron al Barça seguir vivos en la competición, más con el pinchazo del Real Madrid en el Santiago Bernabéu ante el Málaga (1-1), y regalar el triunfo a Eric Abidal.
El defensa francés, recordado en muchos campos, deberá pasar en las próximas semanas por quirófano para un trasplante de hígado dentro del proceso de recuperación y lucha contra el cáncer que le fue detectado hace un año. No obstante, el internacional se ejercitó ayer con el grupo para dar ánimos a sus compañeros y contagiarles una fuerza y entusiasmo elogiados por todos ellos.
Por parte andaluza, los nazaríes llegan a la cita tras ganar en un duelo directo por la permanencia al Sporting de Gijón (2-1) y situarse ya siete puntos por encima del descenso y a ocho de la Europa League, con lo que están en una zona media cómoda para ellos a estas alturas de la campaña.
Con el triunfo ante los asturianos, acabaron con una racha de tres derrotas consecutivas, ante Atlético de Madrid, Valencia y Osasuna, tres equipos de la zona alta de la tabla que hundieron un poco a los nazaríes en ella. Ahora, con la moral recuperada, llegan al Camp Nou sabiendo que tienen mucho a ganar y nada a perder, pues nadie apuesta por ellos.
En la previa del encuentro, Pep Guardiola reiteró que, pese al pinchazo del Real Madrid ante el Málaga, revalidar el título de Liga sigue siendo «imposible» para los blaugranas, si bien aseguró que no permitirá a sus jugadores bajar los brazos pues deben intentar ganar para estar a tono en la Champions.
«Muchos dan por hecho que los perderán y olvidan que tenemos que ganarlos nosotros. Sigo pensando que costará y que no lo haremos. Es casi imposible, no ha cambiado mi opinión en dos días», manifestó.
En este sentido, el entrenador azulgrana matizó que «poca credibilidad» tendría si cambiara de opinión en tres días, y destacó los peligros y virtudes del Madrid. «Competimos contra un rival que ha perdido dos partidos de 27, que tiene muchas virtudes, y tiene que perder muchos partidos todavía e imagino que será muy difícil que pase», señaló.
Eso sí, si el aficionado y socio le pide y muestra que es posible ganar, no les quitará la ilusión. «Tenemos que hacer casi todos los puntos, nos iríamos a los 96, y los 11 partidos que nos quedan son muy duros, porque todos se juegan muchas cosas; descenso, Europa League…», aseveró.
«El líder ha ganado 12 seguidos y puede volver a hacerlo. Desengañémonos, el Real Madrid tiene jugadores de mucho peso y será muy complicado que se dejen puntos. A mis jugadores les exijo más porque es una manera de demostrar que pese a todo todavía estamos ahí», finalizó.
