El Barcelona doblegó ayer al Valladolid con suficiencia en un partido cuya emoción apenas duró 20 minutos, los que tardó en marcar el primer gol el conjunto de Pep Guardiola, que acabó la primera vuelta liguera invicto.
Los catalanes, que no pierden en Zorrilla desde el 20 de octubre de 2002, se acostaron con una renta provisional de ocho puntos con respecto al Real Madrid.
La imagen que suele ofrecer el bloque, la de una escuadra solvente y plagada de recursos, no hace sospechar que pueda cometer fallos graves.
El preparador de los visitantes salió con todos los ingredientes de calidad en su alineación, y colocó como pivote defensivo, ante las bajas de Touré Yaya y Sergio Busquets, al centrocampista de Mali Seydou Keita, recién llegado de la Copa de África.
Por su parte, el jugador de la cantera vallisoletana Carlos Lázaro, que debutó el pasado domingo en Santander, contó con una nueva oportunidad en el once titular. José Luis Mendilíbar recurrió a dos zurdos, Marquitos y Jonathan Sesma; el primero de ellos se situó inicialmente en la banda derecha, a pierna cambiada.
Los locales presionaron mucho en el comienzo del compromiso, pero el rival intentó mover el esférico con su fluidez habitual.
De cualquier modo, el disparo a puerta inaugural fue de los blanquivioletas. El uruguayo Néstor Fabián Canobbio puso a prueba a Víctor Valdés (min. 8). Poco después, el paraguayo Justo Villar tuvo que ‘volar’ para desviar un tiro envenenado de Lionel Messi.
Llegó más y mejor el Valladolid durante el primer cuarto de hora. El combinado arrancó insolente y descarado, incluso pese al riesgo de desfondarse físicamente. Así las cosas, Valdés hizo la parada más brillante de la noche después de un espléndido remate del brasileño Diego Costa.
No se vio el partido esperado durante los 20 minutos iniciales. Parecía que el equipo castellano y leonés estaba zarandeando al líder, ya que el Barcelona no tenía tiempo para pensar. Sin embargo, se trata de un grupo de futbolistas de tantísima calidad que simples toques de inspiración le sirven para desequilibrar los encuentros a su favor.
En este caso, fueron dos acciones prácticamente consecutivas las que tumbaron al Valladolid. La primera, el gol de Xavi Hernández, y solo dos minutos después, la diana de Alves. Un centro-chut del brasileño sorprendió a Villar.
A partir de ahí, se acabó la tensión de la contienda, y el espíritu indomable de los anfitriones desapareció poco a poco.
Mentalidad ofensiva
El Barcelona siguió a lo suyo. La plantilla blaugrana juega en el más amplio sentido de la palabra. Sus integrantes se divierten mucho y, por inercia, continúan atacando y buscan más goles.
El Valladolid, eso sí, no fue el de las peores tardes. Los de Mendilíbar apelaron al orgullo para generar nuevas opciones de anotar. Borja volvió a examinar a Valdés con un potentísimo lanzamiento de falta (min. 44), pero el arquero respondió a la perfección.
En la segunda parte, los locales también intentaron hacer daño al adversario, sin éxito. Sí lo logró, para incrementar su ventaja, el Barça. Messi batió a Villar tras una asistencia de Ibrahimovic.
Pudo marcar más goles el bloque de la Ciudad Condal, aunque prefirió no hurgar más en la herida del rival, que podría cerrar la jornada en la zona de descenso.
En definitiva, nadie ha conseguido derrotar al Barcelona en la primera vuelta de la Liga.
