Tras el 0-0 de la ida, las semifinales entre el Barcelona y el Chelsea se decidirán en Stamford Bridge en un duelo en el que ambos conjuntos saltarán al césped con opciones de meterse en la final de Roma, y al que llegan en estado de gracia tras sus respectivas victorias en la competición doméstica.
En el Camp Nou, el Barcelona dominó casi por completo, pero no fue capaz de perforar la defensa rival, que cerró muy bien todos los espacios y anuló la calidad técnica que atesoran los futbolistas blaugranas. Hoy, no obstante, se verá a un Chelsea totalmente diferente, por lo que el bloque azulgrana, en principio, tendrá más espacio detrás de la zaga local.
Precisamente, tras ganar en el Bernabéu, los catalanes casi han sentenciado la Liga y, de jugar como en el feudo del máximo rival, el Barça tendría opciones de eliminar al conjunto inglés, pues cualquier empate con goles le sirve para sacar billete para Roma.
Enfrente tendrá a un adversario que, comandado por Hiddink desde el banquillo y por Lampard sobre el césped, llega con ganas de repetir final, pues el año pasado cayeron ante el Manchester en la tanda de penaltis.
Por todo ello, se espera un duelo vibrante, con ocasiones en ambas porterías, y que podría llegar a enloquecer tanto como el 4-4 entre el bloque londinense y el Liverpool en cuartos de final. Además, dependerá mucho de quién sea el primer equipo en inaugurar el marcador. De ser los locales, se encerrarían atrás y repetirían, por así decirlo, el juego del Camp Nou.
Sin embargo, si los hombres de Guardiola consiguen ‘abrir la lata’, los hombres de Hiddink se verían obligados a abrirse, a estirar las líneas, y ello facilitaría el juego ofensivo de un Barcelona que destaca por su peligrosidad y velocidad.
Una de las claves del duelo será cómo solucionará Guardiola las importantes bajas en defensa. La zaga estará huérfana de dos de sus puntales, Puyol, sancionado, y Márquez, lesionado. Las opciones para suplirles son, además de la segura de Piqué, Martín Cáceres, Abidal y Touré Yaya.
El uruguayo sería el cambio más lógico, pues su posición es la de central, pero los pocos minutos de juego y su inexperiencia en Europa juegan en su contra. Abidal, lateral izquierdo, pero que ya ha jugado, tanto en el Barcelona como con Francia, en el centro de la defensa, tiene todos los números para jugar, aunque no hay que destacar la opción del marfileño. Touré, por su juego aéreo y su disciplina táctica, podría retroceder su posición y encargarse de frenar a Didier Drogba.
En ataque, el técnico tiene la duda de Henry. El galo acabó el ‘clásico’ con molestias en la rodilla, y, pese a que ha viajado a Londres, hasta última hora, no se conocerá a ciencia cierta si podrá ayudar a sus compañeros o no.
Por su parte, los jugadores del Chelsea afrontan el envite con toda la ilusión puesta en repetir la final. No será fácil, pero, apoyados por su público, y con el importante regreso de un hombre clave como Ashley Cole, esperan deshacerse de los ‘culés’. Puestos a repetir, también querrán que el Barça, por tercer año consecutivo, caiga ante un conjunto inglés, United (2008) y Liverpool (2007).
En el balance particular entre ambos, el Barcelona domina por 2-1, por lo que los ingleses, de conseguir la victoria, igualarían la balanza. Sin embargo, en Stamford Bridge, se repite resultado, pero a favor del Chelsea, pues solo perdieron con los blaugrana en la campaña 2005/06 (1-2).
