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El Banco de Alimentos tiene conocimiento directo de la existencia de más de un millar de familias segovianas en las que no entra ningún ingreso al mes y no pueden cubrir solas las necesidades más básicas de manutención.
El presidente de esta organización, Rufo Sanz, ha señalado que en los últimos dos años encuentran más personas que requieren suministro de alimentos y con necesidades más graves. Y de forma paralela el Banco de Alimento sufre mayores problemas para canalizar la ayuda entre los donantes y las organizaciones que reparten los productos. La falta de un almacén donde guardar y conservar productos donados, obliga a la oenegé a repartir en el mismo día lo que recoge e incluso derivarlo a otra provincia. “Necesitamos que algún empresario nos ceda un almacén. Es imprescindible para que podamos hacer nuestro trabajo”, ha indicado Rufo Sanz recordando que el que tenían fue objeto de un salto.
Rufo Sanz he hecho este llamamiento en la presentación de las octavas jornadas Amigos y alimentos que reúnen la próxima semana un ciclo de conferencias y un mercadillo solidario.
