La decisión de la Diputación Provincial, el ayuntamiento de Palazuelos y La Faisanera S.L. de no recurrir la sentencia que anula la licencia de obras del Palacio de Congresos proyectado en el complejo Segovia 21 no disuade al Gobierno socialista del Ayuntamiento de Segovia de solicitar la suspensión cautelar de las obras. “Creemos que, por ética y coherencia, debemos hacerlo”, afirmó ayer, en declaraciones a los periodistas, la alcaldesa, Clara Luquero, que no dejó ninguna duda sobre las intenciones del Gobierno municipal. La petición de suspensión cautelar de las obras se presentará en los próximos días. Preguntada sobre si el Ayuntamiento deberá acompañar la petición con el depósito de un aval bancario, Luquero confesó que “eso no lo sabemos aún, lo decidirá el juez, pero en todo caso nosotros tenemos que pedir que se cumpla la legalidad y ser coherentes”.
La alcaldesa no quiso interpretar los motivos que han empujado a los promotores de la infraestructura a no presentar el recurso, porque “cada administración sabe lo que tiene que hacer”. Lo que sí quiso dejar claro la alcaldesa es que la decisión de la Diputación “no cambia para nada nuestro planteamiento”.
“Tenemos un arma legal en nuestra mano que nos da la posibilidad de pedir la paralización cautelar de las obras, y vamos a hacerlo, los vamos a pedir con independencia de que la Diputación emprenda un proceso de restauración de la legalidad y acabe construyendo ese Palacio de Congresos”, una infraestructura que, según subrayó, “más de 13.000 personas han firmado que no quieren y eso está constatado ante notario”.
La alcaldesa recalcó que esta postura no se separa de la mantenida por el Ayuntamiento desde el principio. “Hemos dicho que Palacio de Congresos ahora no”, porque los recursos económicos públicos, en este caso, la inyección económica, por importe de 6,8 millones aportada al proyecto, como subvención directa a la Diputación, por parte la Junta de Castilla y León, no pueden destinarse, a juicio de Luquero, a dar una salida a un proyecto ‘fracasado’, en alusión a Segovia 21.
La alcaldesa recalcó que el dinero público debe destinarse a la construcción del Centro de Salud de Nueva Segovia, un barrio de 7.000 habitantes “que no tiene médicos”, o a la construcción de la segunda fase del campus universitario Maria Zambrano, porque “ahora están cortando las alas al potencial y posible desarrollo de Segovia como ciudad universitaria”. “Si algún día podemos construir un Palacio de Congresos, ha de ubicarse en la capital, que tiene un gran potencial de cara al turismo, no en una población periférica”, añadió la alcaldesa, quien argumentó, como otro motivo más, que “tenemos que ser coherentes con esas 13.131 personas que, me atrevo a decir, no quieren ni a tiros que se construya esa infraestructura”.
La anulación de la licencia de obras se produjo por la demanda que presentó en su día el Ayuntamiento de la capital. El juez declaró ilegal la licencia al admitir el argumento del consistorio de que la finca no tiene condición de solar al carecer de un viario de acceso público; sin entrar a valorar los otros dos motivos de impugnación presentados por el consistorio de la capital, que considera, además, que se incumplen las normas urbanísticas de Palazuelos en cuanto a los usos y edificabilidad de la parcela.
“Me imagino que se pondrán en marcha para construir ese vial público (…) y que entablarán el proceso para restaurar la legalidad, pero no quiero interpretar lo que hacen los demás, entre administraciones debemos respetarnos unas a otras, pero la actitud y postura del Ayuntamiento la conocen los ciudadanos desde el primer momento”.
“Me temo que acabarán construyéndolo”.- «¿Cree la alcaldesa que en algún momento la Diputación desistirá de este proyecto? ¿No cree que la construcción de este Palacio de Congresos es inevitable?», le preguntó este diario. «No me atrevo a dar una opinión», respondió, inicialmente, Luquero. No obstante, a continuación añadió que imaginaba que la institución provincial «iniciará el proceso de restauración de la legalidad y me temo que acabarán construyéndolo, más tarde o más temprano, creo eso, pero no lo sé». «Cada uno tenemos que hacer lo que éticamente y por coherencia creemos que debemos hacer y tampoco volvernos locos con los que van a hacer los demás», añadió.
