El Ayuntamiento de Segovia no paralizará las obras del polémico edificio en construcción en el número 25 de la calle San Marcos, como pedía la semana pasada el delegado territorial de la Junta en Segovia, y sugiere a la Administración autonómica que inicie un proceso expropiatorio, si considera que hay vulneración de la normativa en materia de Patrimonio.
El alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, visiblemente molesto, contestaba ayer al escrito que el delegado territorial, Javier López-Escobar, le mandó el miércoles. Y contestaba con un informe de los técnicos municipales en el que, según destacó, se culpa a la Junta de la situación de un edificio que ha causado alarma por su afectación a las vistas sobre el Alcázar, la Vera Cruz y la propia iglesia de San Marcos.
En una extensa intervención ante los medios de comunicación, Arahuetes expuso distintos argumentos, con una misma conclusión: la culpable es la Junta. Entre otros aspectos, habló del visto bueno que la Junta dio al Plan Especial de San Marcos de 1999, aprobado por un Ayuntamiento con mayoría del PP; o de la prohibición al Ayuntamiento de autorizar intervenciones en las áreas históricas, sin autorización autonómica, hasta la conclusión del PEAHIS, que vino unida a la aprobación del actual Plan General.
Además, Arahuetes recordó que en 2004 ya se pidió licencia para esta parcela “y la comisión de Patrimonio ordenó al Ayuntamiento no dar la licencia, algo que nosotros cumplimos”. “En 2009, la comisión da el visto bueno a otra petición de licencia y nosotros la concedemos a la vista de ese informe, que es vinculante”, insistió el alcalde.
Arahuetes sostuvo que él no puede parar las obras, “porque solo se puede hacer en caso de emergencia, y no hay base jurídica para ello”, a la vez que acusó a la Junta y al delegado de “hacer dejación de sus funciones” y de “actuar de manera irresponsable, manifestando una gran incompetencia y echando la culpa a un tercero sin ninguna responsabilidad, como son el Ayuntamiento y el alcalde”.
Con un enfado que iba en aumento, Arahuetes sostuvo que no van a atender las peticiones de paralización de la Junta; y que les recuerdan “que pueden acudir a la previsiones expropiatorias que contempla la normativa de Patrimonio si entienden ahora que hay una afectación a las vistas que no vieron en su día”. “Que dejen de marear la perdiz, de echar balones fuera y de culpar al Ayuntamientos de sus actos nefastos; nosotros estamos avalados por los informes técnicos, y si tan mal lo hemos hecho, que nos lleven a los tribunales”, concluyó.
El PP rechaza “entrar en peleas”.- El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Segovia, Jesús Postigo, también se refirió ayer al polémico edificio de San Marcos, para decir que, en su opinión, “estamos asistiendo a una situación que no debe producirse y es el enfrentamiento entre dos administraciones. Creo que no debemos entrar en peleas sobre quién tiene la culpa o no, y hay que buscar un diálogo permanente y claro para llegar a un acuerdo no sólo con la propiedad, sino entre las dos administraciones”.
Postigo añadió que de este acuerdo, “debe surgir un documento que sea aceptado por todas las partes, y que convenga tanto al propietario como a los intereses de Segovia. Si no se llega a un acuerdo, lo lógico es establecer los mecanismos judiciales que lo hagan posible o buscar un laudo de conciliación con terceras personas”.
