El Ayuntamiento de Segovia estudiará la homogeneización de la Colonia Pascual Marín, en el barrio de La Albuera, después de atender las quejas y sugerencias de los vecinos de la zona, debido al cambio de la ideosincrasia del barrio. El concejal de Urbanismo, Alfonso Reguera, y la concejala de Obras, Paloma Maroto, se reunieron en la tarde del jueves con vecinos del barrio, entre los que se encontraba el presidente de la asociación vecinal Mariano San Romualdo. Durante el encuentro se abordaron las preocupaciones, quejas y sugerencias de los vecinos, que ven como en los últimos años las viviendas de la Colonia Pascual Marín se están diversificando, perdiendo la identidad que tenía este entorno.
Esta barriada se construyó entre los años 50 y 60 del anterior siglo, y hoy en día en muchos casos han sido derribadas y de nuevo edificadas sin mantener unas características homogéneas. En este sentido, Alfonso Reguera explicó que el urbanismo de esta colonia procede de una plan general de ordenación urbana anterior al actual, que se transcribe en este último. “En los últimos años se han construido viviendas de dos alturas, que pueden afectar a algunas casas antiguas. Los temas volumétricos son difíciles de solucionar, debido a que si se ordenara reducir la parcela, el municipio debería indemnizarlo, y estos momentos es imposible, por lo que vamos a estudiar con el equipo técnico del Ayuntamiento la manera de homogeneizar la zona”, precisó.
El concejal de Urbanismo señaló que “la norma es muy amplia”, en relación al planeamiento urbanístico, “por lo que se intentará modificar lo que se pueda, en relación al ornato, las entradas, etc.”.
Por otro lado, durante la reunión también se trataron otras cuestiones del barrio de La Albuera, como el antiguo aserradero existente junto a la pista de juegos autóctonos, en estos momentos vacío, y en manos de la entidad Caja Rural, según aseguró el presidente de la asociación de vecinos, al ser embargadas las instalaciones. También se habló sobre el antiguo ‘kiosco de los Bomberos’, ahora reedificado junto a la rotonda de Padre Claret, en el que se prevé instalar un establecimiento hostelero. Algunos vecinos, explicó Mariano San Romualdo, no son favorables a este emplazamiento, porque la apertura de una terraza de verano implicará la tala de árboles y menos espacio en el parque del cementerio.
