El Ayuntamiento de Segovia estudia rescindir “de mutuo acuerdo” el contrato suscrito con la empresa Telvent de suministro e instalación del sistema de bolardos retráctiles para controlar el acceso a la Plaza Mayor, unos pivotes situados en la calle Cronista Lecea y Barrionuevo que permanecen inoperativos tras las numerosas averías que se sucedieron desde su puesta en funcionamiento, en 2006.
El departamento de Contratación analiza la legislación para anular el contrato de una obra que no ha sido recepcionada por el Ayuntamiento y que, en consecuencia, no habría supuesto aún desembolso a las arcas municipales, al alegar los numerosos fallos técnicos que dejaron inactivos los bolardos en varias ocasiones hasta la decisión, adoptada hace más de un año, de que quedaran inoperativos.
El concejal de Tráfico, José Llorente, explicó ayer que el propósito municipal es rescindir de mutuo acuerdo el contrato y buscar otra fórmula de control “más efectiva”; en principio con la misma empresa Telvent.
Hace ahora un año, este diario ya desveló que el Gobierno local estudiaba alternativas a los bolardos que cierran la Plaza Mayor; y, concretamente, la instalación de un sistema avanzado de control de accesos mediante lectura directa de matrículas a través de cámaras, similar al que ya funciona en muchas ciudades españolas, por ejemplo en Madrid. Llorente admitió ayer que la idea del Ayuntamiento es implantar este sistema y sustituir el de los bolardos que ha presentado frecuentes fallos técnicos y un número significativo de aparatosos accidentes, en su mayor parte por culpa de la negligencia de los conductores.
El concejal admitió que la inoperatividad de los bolardos provoca que los conductores hagan caso omiso de las señales que prohíben el paso a la Plaza Mayor, salvo para los residentes de 28 calles, clientes de hoteles, taxis y vehículos de emergencia. “Mucha gente se salta la prohibición, hemos sido flexibles, pero tenemos que poner coto”, apuntó Llorente.
Como se recordará, el Ayuntamiento repartió unas 750 tarjetas magnéticas y concedido unas 25 autorizaciones especiales para profesionales que deben acceder con frecuencia a la Plaza Mayor. Para contar con la tarjeta que activaba los bolardos cada residente tuvo que abonar un aval de 20 euros. Llorente indicó que con independencia de que no funcionen los bolardos y, en consecuencia, las tarjetas sean hoy inservibles, la normativa de restricción de paso por la Plaza Mayor sigue en vigor. En este sentido, los vehículos que accedan al ágora y no muestren en el parabrisas la pegatina que identifica a su conductor como residente de una de las 28 calles afectadas serán multados.
Hoteles
Por otra parte, Llorente explicó que, a petición de los hosteleros, el Ayuntamiento modificará la señalización que prohíbe el paso a la Plaza. Los hoteleros del recinto amurallado solicitaron ayer en una reunión que se elimine la señal de prohibido el paso colocada «de manera provisional» en medio de la carretera, justo en la Plaza de la Rubia. A juicio de los hosteleros, esa señal de prohibido, válida para el tráfico en general, perjudica notablemente a sus negocios, ya que aunque sus clientes tienen permiso para entrar en la Plaza Mayor, la señal, así colocada, no excluye a nadie. La AIHS pidió además que se recupere y coloque de nuevo en la calle Cronista Lecea, el cartel indicativo con los nombres de los establecimientos de la zona, el mismo que existe en la calle San Frutos. El Ayuntamiento atenderá ambas peticiones “en breve”, según indicó Llorente.
