En una noche, quizá en pocos minutos, una o varias personas dejaron prácticamente inservibles los aseos públicos situados junto al Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla en la madrugada del pasado domingo, en una incalificable acción vandálica que ha inutilizado un servicio esencial en la zona, muy frecuentada por vecinos y turistas.
Un trabajador de la Unidad Especial fue el que descubrió el pasado domingo por la mañana el resultado de la barbarie cometida contra estas instalaciones, donde sus autores destrozaron tres urinarios verticales del aseo de caballeros y dos retretes del aseo de señoras, así como los dos espejos instalados en ambos. De hecho, los autores no se limitaron a destrozar los aseos, sino que sacaron uno de los retretes arrancados de cuajo fuera del recinto, que abandonaron en las inmediaciones del quiosco situado a escasos metros del aseo.
La concejala de Medio Ambiente Paloma Maroto expresó su «indignación» por este hecho, que atribuyó a la «mente retorcida de algunas personas que parecen disfrutar haciendo daño a los demás», y aseguró que el Ayuntamiento presentará una denuncia a la Comisaría para intentar localizar a los autores del hecho. En la denuncia, incluirán los datos recabados por la Policía Local, que llevó a cabo un amplio informe fotográfico de las instalaciones destrozadas; pero Maroto pide la colaboración ciudadana de los segovianos que en la madrugada del domingo pudieran haber pasado por las cercanías de La Fuencisla y hubieran podido ver algo que ayudara a identificar a los vándalos.
La denuncia también incluirá la valoración de los daños causados realizada por los técnicos municipales; que cifra en más de 1.000 euros ya que además de la reposición de los urinarios y retretes destrozados, incluyen también las instalaciones de fontanería deterioradas y el coste de la mano de obra,
Maroto señaló que el Ayuntamiento llevará a cabo la reparación de los aseos «lo más pronto posible», ya que la llegada del buen tiempo incrementará en las próximas semanas el número de personas que bajan a la alameda de La Fuencisla y usan las instalaciones que prestan «un buen servicio» a los ciudadanos, en palabras de la concejala.
