Miles de personas vagaban ayer por las calles de Puerto Príncipe o acampaban en las plazas de la capital por temor a nuevas réplicas del terremoto que asoló el país y en espera de ayuda, ante la destrucción general de edificios.
En la parte alta de la ciudad, donde cientos de viviendas se han derrumbado, la población se agrupaba en espera de socorro, mientras trataban de colaborar en las tareas de rescate.
Tapados con sábanas se observaban muchos cadáveres tendidos en el suelo por todas partes de la urbe, mientras algunos heridos son trasladados en busca de asistencia médica con ayuda de amigos o familiares. Además, los cuerpos eran evacuados por los mismos ciudadanos, que buscaban un lugar donde depositarlos.
Según informó ayer la radio local, varios ministerios se han derrumbado, entre ellos el de Asuntos Exteriores, al igual que otros muchos, como el edificio rosado de la Catedral, en el distrito de Bel Air y el Palacio Nacional, sede de la Presidencia haitiana, en Champ de Mars. En la amplia plaza ajardinada que circunda el Palacio, también cientos de personas se habían instalado ayer, algunas por haberse quedado sin casa y otras temerosas de nuevos derrumbamientos o réplicas del seísmo.
Además, la catástrofe ha causado el hundimiento de muchas viviendas, centros comerciales, bancos y edificios de oficinas cuyos escombros ocupan buena parte de la calzada en la mayoría de las vías de Puerto Príncipe.
Desde primeras horas de la mañana numerosos grupos de ciudadanos trabajaban en el desescombro de los inmuebles desplomados, en muchos casos en busca de supervivientes o de muertos.
El Gobierno de Haití ha dicho que podría haber «más de 100.000» muertos y, según la Cruz Roja, hasta tres millones de personas pueden haberse visto «potencialmente afectadas» por el seísmo. El primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive, cifró en «cientos de miles» los fallecidos, en declaraciones a la cadena estadounidense CNN, y sostuvo que la capital del país ha quedado prácticamente destruida.
El jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Haití, Riccardo Conti, contó por su parte que «es muy difícil circular por la ciudad para evaluar las necesidades. Lo cierto es que el terremoto ha afectado a toda la población, que apenas se estaba recuperando de otras catástrofes recientes.»
Con objeto de prestar asistencia humanitaria y en previsión de posibles disturbios, el presidente de EEUU, Barack Obama, ordenó ayer el envío de un gran contingente militar, incluido un portaaviones. Expertos de la fuerza aérea se harán cargo del funcionamiento del aeropuerto. Haití tiene una población de unos 8,9 millones de habitantes, según datos estimativos del año 2008, y en su capital residen unas 850.000 personas.
