El acusado de la muerte de la joven Eva Blanco, Ahmed Chelh, reiteró ayer ante la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz que dos personas le obligaron a subir a un coche donde estaba retenida la víctima y que le obligaron a eyacular sobre la misma a punta de navaja.
Según aseguró el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), la jueza tomó ayer declaración al que es el único imputado por la muerte de la joven en el año 1997, a petición del letrado del acusado, después de que se negase a declarar en sede judicial cuando fue puesto a disposición de la juez por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tras su detención en Francia.
En el transcurso de una hora, el acusado se ratificó en la declaración que prestó ante el fiscal francés —y en presencia de su abogado— y mantuvo que dos personas le obligaron a subir a un coche donde mantenían retenida a la joven Eva Blanco.
Estos desconocidos —insistió Ahmed Chelh— , a punta de navaja, le obligaron a eyacular sobre la joven, si bien, en ningún caso, hubo penetración por su parte. A la pregunta de por qué entonces se encontraron restos biológicos suyos en el interior de Eva, el imputado no supo dar respuesta alguna.
La instrucción, después de que la jueza aceptase la comparecencia de declaración del acusado y rechazara la solicitud de varias testificales, queda a la espera de su conclusión en transformación a sumario.
Ahmed Chelh fue trasladado a España desde Francia —donde fue detenido— el pasado mes de octubre. Una vez en nuestro país, se sometió a un análisis de ADN, cuyos resultados coincidieron con los restos de semen encontrados en la ropa interior de la joven. Un nuevo análisis de aquellos restos permitieron determinar que pertenecían a un hombre del norte de África. La Guardia Civil llegó hasta él después de acudir al censo de las personas norteafricanas que vivían en Algete en aquellos años, localizando finalmente al presunto autor del crimen.
