El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez tomó ayer el relevo del obispo emérito de Segovia, Luis Gutiérrez como predicador en el novenario de La Fuencisla, con una intervención en la que quiso glosar la labor de la Virgen como mediadora e intercesora ante Dios frente a las asechanzas del mundo.
En una Catedral nuevamente abarrotada de fieles, el arzobispo primado de España empleó un tono muy catequético para abordar su intervención en el novenario, que comenzó recordando su periodo como obispo en Castilla y León, donde ocupó las diócesis de Osma-Soria, Salamanca y Valladolid.
En su intervención, monseñor Rodríguez tomó como referencia el Libro del Apocalipsis, en el que San Juan relata en lenguaje simbólico el relato de la lucha entre el dragón y la mujer con la que ejemplifica el combate entre dos antagónicas concepciones de la vida.
En este sentido, evocó las palabras de San Agustín que aseguraba que la historia del mundo «es la historia de dos amores, el amor a Dios y el amor a si mismo», y precisó que el mundo está dominado por un sentimiento de egoísmo que en ocasiones hace flaquear las fuerzas de quienes luchan por amar a Dios.
Para ello, señaló que la virgen «es esa mujer vestida de sol que relata el Apocalipsis, coronada por 12 estrellas que simbolizan a las doce tribus de Israel y ahora a la Iglesia, y que tiene a la luna bajo sus pies que simboliza el triunfo sobre la muerte, por eso tenemos que tener confianza y valentía, porque María es un signo de consolación para todos nosotros».
El prelado toledano manifesto que María «es imagen de la Iglesia peregrina que anuncia a Cristo, perseguida con dolor y sufrimiento a lo largo de la historia, pero que vence siempre con la presencia de Dios».
El arzobispo Castrense, Juan Del Río, será hoy y mañana el predicador del novenario, que entra ya en su recta final con los tres últimos días de la fiesta.
Dos organistas para la liturgia
Los organistas Javier Santos y Angel Montero son los encargados durante todo el novenario de poner música a las distintas celebraciones y actos litúrgicos que se desarrollan en la Catedral, a los que este año se ha sumado de forma extraordinaria el organista François Houtard. Además de acompañar a la coral segoviana Voces de Castilla durante la Eucaristía central del novenario, durante las celebraciones interpretan diferentes piezas de repertorio para órgano de autores como Francisco Correa de Arauxo, insigne organista de la Catedral de Segovia, Antonio de Cabezón, Juan Bautista Cabanilles o Bruna, así como un repertorio para órgano manual de compositores del resto de Europa (Bach, Frescobaldi, Couperin, Clerambault, etc.). Dadas las exigencias de la liturgia, utilizan habitualmente los dos órganos de la Catedral durante las misas, tanto el del Evangelio, obra de José Liborna de Echeverría en 1773, como el recientemente restaurado de la Epístola, construido por Pedro Liborna de Echeverría en 1702.
