El II Congreso de Arqueología de Chamartín (Ávila) rendirá homenaje al descubridor, en 1930, del castro vetón de La Mesa de Miranda, Antonio Molinero, quien es conocido en el ámbito científico por su labor en cuanto a la conservación del patrimonio arqueológico de las provincias de Ávila y Segovia, donde excavó las necrópolis visigodas de Espirdo, Madrona y Duratón.
En la presentación del congreso, que se celebrará del 5 al 7 de agosto, el arqueólogo Juan Pablo López dijo que si «el paisaje, la arquitectura o la cultura material han sido objeto de estudio desde los albores de la Arqueología como ciencia» en los últimos tiempos, a partir de la aplicación de los avances tecnológicos en los yacimientos, es «cuando se vive una auténtica revolución técnica». Por este motivo y dado que la investigación en los sitios arqueológicos se afronta desde nuevas perspectivas «que amplían las variables para un conocimiento más certero de las sociedades del pasado», el objetivo de la segunda edición es acercar «novedosos enfoques y conocer su aplicación real en los yacimientos», dado que el intercambio científico y el debate entre especialistas «favorecerán» el avance de la disciplina.
Por este motivo, en el congreso participan jóvenes investigadores y ponentes ya consagrados, proponiéndose «la creación de un foro de debate entre especialistas, un espacio de reflexión respecto al uso de nuevas tecnologías y técnicas en la investigación”.