Los equipos psicopedagógicos de la Dirección Provincial de Educación de la Junta de Castilla y León deberán desalojar el antiguo colegio Martín Chico y trasladarse a otro edificio. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ), con sede en Valladolid, en respuesta a un recurso presentado por el Ayuntamiento, considera que esta actividad no supone un uso educativo del inmueble, y, en consecuencia, autoriza que el antiguo colegio revierta al municipio, que proyecta su transformación en un centro cívico y cultural para el barrio de San Lorenzo.
Al término de la junta de Gobierno local, el alcalde, Pedro Arahuetes, informó del pronunciamiento del tribunal y reclamó al delegado territorial, Luciano Municio, que pidiera “disculpas” al movimiento vecinal de San Lorenzo por haber “incumplido su promesa” de devolver el inmueble al Ayuntamiento si así se lo requería el propio alcalde.
Sin embargo, la Junta negó la petición municipal en el argumento de que el antiguo colegio Martín Chico seguía utilizándose con fines educativos, como sede de los equipos psicopedagógicos de la Dirección Provincial “que realizan una atención directa a alumnos y padres”, a unas 45 personas, según aseguró en su día el propio Municio, quien hizo hincapié en la “ignorancia del alcalde en relación con la importantísima labor de estos equipos”.
Arahuetes, con el respaldo de la sentencia, admitió que no había olvidado aquellas declaraciones del delegado efectuadas en 2007. “La ignorancia del alcalde se convierte ahora en ignorancia de la Junta”, apuntó Arahuetes, quien remarcó que, de acuerdo con el tribunal, los equipos psicopedagógicos “no son una actividad educativa, sino otra cosa”.
Para el alcalde, “lo importante” es que el antiguo colegio Martín Chico “vuelve” al Ayuntamiento y que los profesionales de la Junta “deberán irse a otro edificio” porque “éste ya no es un colegio”.
