Cambió el escenario de la rueda de prensa y casi hasta el personaje. Los periodistas se encontraron desubicados, no tanto por el estilismo de la nueva sala de prensa, en el antiguo salón de plenos —sembrada de sillas con pala de escritura frente a un atril reservado para el compareciente— como por la actitud esquiva, hermética, torera y hasta huidiza del alcalde. Acostumbrados a las declaraciones sin red del regidor, que se crece en el castigo de las preguntas, los periodistas encontraron a un Pedro Arahuetes irreconocible. «Hoy no toca hablar de eso», llegó a responder a una de las preguntas.
El silencio se impuso cuando se le pidió una valoración del encuentro que mantuvo, el pasado lunes, con Luis Peñalosa y en el que, según desveló el propio concejal de IU, el alcalde ofreció a éste dirigir la Concejalía de Urbanismo. Arahuetes eludió confirmar este extremo en el peregrino argumento de que aquella fue una conversación «privada» y que, en consecuencia, no iba a hacer comentarios al respecto. Ahora bien, tal y como informó este diario, el alcalde admitió ayer que fue él quien promovió el encuentro «para aclarar algunos conceptos» sobre los que habían informado días atrás los medios de comunicación; en concreto, sobre el malestar de Peñalosa y la creciente espiral de desconfianza del concejal de IU hacia el alcalde.
«Fue una reunión correcta y aclaratoria, se contaron muchas cosas, pero quien lo desvele será el responsable», aseguró Arahuetes. No obstante, a continuación lanzó otro reproche, no menos enigmático, al PP. «Al PP le gusta desvelar conversaciones privadas, pero solo partes sesgadas», dijo.
Arahuetes convocó en su despacho a Peñalosa para apaciguar los ánimos del concejal de IU, ‘mosqueado’ a raíz de un episodio relacionado con el aparcamiento de Los Tilos, un proyecto al que ha renunciado el Ayuntamiento, al menos en esta legislatura, en virtud del pacto de gobernabilidad entre PSOE e IU.
Peñalosa enfureció, a su modo, al conocer, a través del PP y no por el equipo de Gobierno (PSOE), que el Ayuntamiento había remitido «a sus espaldas» un escrito a la Junta de Castilla y León para que se tramitase el plan de infraestructuras del aparcamiento de Los Tilos; una vez que el informe de Icomos era «favorable», según señalaba una carta, firmada por el jefe del área de Urbanismo.
Tras este episodio, el concejal de IU llegó a pedir a Arahuetes que nombrara un nuevo concejal de Urbanismo con dedicación exclusiva al departamento, al entender que la ausencia del concejal José Llorente, que se recupera de una grave enfermedad, había sumido a la Concejalía en el desgobierno.
Pero Arahuetes era ayer un frontón. «Les repito, fue una conversación privada, hubo muchos temas, se dijeron muchas cosas, la valoración final es que fue correcta y aclaratoria, pero yo no voy a ser el que desvele el contenido a ustedes», aseguró Arahuetes quien, no obstante, señaló que no estaba molesto con Peñalosa por desvelar parte del contenido del encuentro.
Como informó este diario, en la reunión, Arahuetes manifestó al concejal de IU que no romperá el pacto de gobernabilidad, que se protegerá el Salón y la ladera de Los Tilos en el Plan Especial de las Áreas Históricas (PEAHIS) y que el proyecto del aparcamiento de Los Tilos «está abandonado». Sin embargo, Arahuetes también le advirtió que si volviera a presentarse a unas elecciones incluiría este proyecto en su programa electoral.
Lo que también desveló Peñalosa es que el alcalde le comentó que la empresa Isolux había presentado un escrito en el que renunciaba a la construcción y explotación del parking de Los Tilos debido a los retrasos en la tramitación del proyecto. «Ni confirmo ni desmiento» respondió en relación a este asunto. «Este es un asunto de pleno, que, probablemente, se discutirá en octubre, cuando hable será con datos, añadió.
“Hoy no toca”
«Yo no desvelo conversaciones privadas, porque si lo hiciera, tendría que hacerlo de todos los puntos y no lo voy a hacer (…) cuando toque hablar de Isolux, hablaré, hoy no toca», reiteró el alcalde, quien añadió: «seguramente tengo que ser más prudente en mis conversaciones privadas». Con esta frase, el alcalde dejó entrever un cierto arrepentimiento por haber desvelado a Peñalosa la renuncia de Isolux, una noticia que el concejal de IU acogió «con alegría», según admitió el concejal públicamente.
Los informadores tuvieron también poca fortuna cuando le preguntaron a Arahuetes por las críticas del coordinador de IU, José Ángel Frías, que aseguró que el alcalde «es ineficaz y menos listo de lo que se cree» y que estaba “empeñado” en acabar con el pacto de gobernabilidad en el Ayuntamiento. «No las valoro, no he hablado con él [Frías] en mi vida ni tengo interés en hacerlo, cosa de la que no me arrepiento», zanjó el alcalde.
De las palabras o silencios, poco habituales, que expresó ayer Arahuetes se deduce que al alcalde no le ha gustado que Peñalosa sacara a la luz el contenido del encuentro y que, probablemente, haya cometido un error; sobre todo si el Ayuntamiento no está conforme con la renuncia de Isolux y que la ruptura unilateral de su compromiso pueda ser motivo de litigio en los tribunales.
Pero, sobre todo, lo que no quiere Arahuetes es tensar sus relaciones con Peñalosa, en el convencimiento de que esta batalla solo sirve para alimentar la oposición del PP. Toca morderse la lengua y guardar silencio. Estrategias de la política y malas noticias para el periodismo.
