Era casi un secreto a voces, pero el alcalde no quiso confirmarlo hasta ayer. Minutos después de que José Llorente hiciera oficial su renuncia en el pleno, y no antes, en un gesto de respeto a quien ha sido su compañero durante diez años, Pedro Arahuetes reunía a su equipo de ediles y les informaba de sus planes de remodelación, que pasan por colocar a Alfonso Reguera como nuevo responsable de Urbanismo.
Como adelantó este periódico hace unos días, Reguera conservará las competencias de Economía y Hacienda y les sumará las de Urbanismo, que hasta ahora tenía Llorente. Paloma Maroto, concejala de Medio Ambiente, se ocupará también de Obras y Servicios, mientras la nueva concejala, María José de Andrés, tomará las competencias de Tráfico, Transporte y Policía Local, que hasta ahora tenía Reguera.
La salida de José Llorente obliga además a Pedro Arahuetes a modificar su organigrama de tenencias de Alcaldía, ya que Llorente era tercer teniente de alcalde. Claudia de Santos se mantiene como primera teniente de alcalde y Andrés Torquemada como segundo, mientras Giráldez, que era el cuarto, pasa a ser el tercero, y entra como cuarto teniente de alcalde el propio Alfonso Reguera. Además, Lirio Martín entra en la junta de Gobierno.
La despedida de José Llorente, concejal desde 2004, cuando Arahuetes llegó a la Alcaldía, fue sin duda el momento más destacado del pleno ordinario de marzo, unos minutos que llegaron al filo de las dos de la tarde, tras cinco horas de sesión, y que estuvieron marcados por los aplausos y las lágrimas de emoción.
Emocionado, mucho, el propio José Llorente que, arropado por varios de sus familiares, incluidos sus dos hijos, no pudo reprimir las lágrimas, pero también el resto de concejales, sobre todo el propio alcalde, y hasta los periodistas. Todos brindaron a Llorente una cálida despedida y un aplauso.
Tanto el portavoz de Izquierda Unida, Luis Peñalosa, como el del PP, Jesús Postigo, desearon a Llorente lo mejor en su nueva etapa; “sentimos profundamente no haber podido contar contigo en esta legislatura, con tu honestidad y tu sinceridad; que te vaya bonito”, le dijo Postigo. Por su parte Giráldez se remontó a hace más de 50 años para recordar cómo conoció a Llorente en el instituto, cuando compartían bocadillos de pan y chocolate, destacando la “huella imborrable” que el ya exconcejal deja en el Ayuntamiento.
Arahuetes, visiblemente emocionado, despidió a su compañero agradeciendo su trabajo por Segovia y pidiéndole disculpas, “si en algún momento no te he prestado la atención suficiente o te has sentido mal por alguna actuación mía”. Finalmente Llorente, con voz aún débil y entre lágrimas, manifestó su agradecimiento a todos los integrantes de las corporaciones a las que ha pertenecido, a los funcionarios con los que ha trabajado, a las asociaciones de vecinos y otros colectivos ciudadanos y a los periodistas, además de pedir perdón a los segovianos “por no poder seguir con mi responsabilidad, porque aunque mi recuperación va bien, no tengo la fuerza de antes”.
Despedidas, apuestas y citas de Carrillo.- Cinco horas de pleno son muchas y dan para mucho, y la sesión ordinaria de marzo, celebrada ayer, 1 de abril, dio bastante juego en lo que a anécdotas se refiere; comenzando, obviamente, por las lágrimas que nos puso a todos en los ojos José Llorente en su despedida del Ayuntamiento, tras diez años como concejal.
Además, el pleno dio de sí para ver a Pedro Arahuetes apostarse el cargo con el portavoz del PP, Jesús Postigo, a cuenta de las alegaciones de la Federación Española de Municipios y Provincias al anteproyecto de Ley de Administración Local. “Si estas que presentamos, y a las que votan en contra, no son las alegaciones de la FEMP, me voy, y si lo son, se va usted; piénselo, a ver si le interesa”, le espetó el alcalde.
Postigo insistía en que el texto aprobado por la junta de Gobierno y presentado al pleno para su ratificación no eran las alegaciones de la FEMP, gobernada por el PP, sino un mero borrador. El alcalde sacó el documento de internet e hizo leer a un concejal popular el encabezamiento, en el que se podía ver “alegaciones”.
Se ve que al alcalde, que gusta de los órdagos, le va el mus: “yo llevo 31 y soy mano y usted 32 y es postre”, le dijo a Postigo. Y para el que sepa de mus, no hay más que decir. Eso sí, aclaro que irse, no se va nadie. Ambos insistieron en eximirse mutuamente de sus presuntas respectivas obligaciones de marcharse, para dejar las cosas como están.
Y como anécdota, la que puso Jesús Postigo citando a Santiago Carrillo en un momento del pleno en que se debatía una moción de IU sobre la memoria histórica y la segunda República. Quién nos iba a decir que el veterano líder comunista, recientemente fallecido, forma parte de las lecturas de cabecera del portavoz popular.
