El ciclo bajista del sector inmobiliario residencial habrá acabado en 2012 después de cuatro años de ajuste del precio de la vivienda, en los que se habrá acumulado una rebaja total del 30%, de acuerdo con las previsiones del Servicio de Estudios del BBVA.
A finales de 2007 los pisos marcaron su tarifa máxima, el doble de lo que valían 10 años antes, y desde entonces han registrado una tendencia decreciente que se mantendrá hasta finales de 2011, siendo la caída prevista para este año del 10%, y para 2010, del 12 %.
Durante la presentación del último número de Situación inmobiliaria, la economista del Servicio de Estudios del BBVA Mayte Ledo explicó que los precios están descendiendo más rápido de lo esperado, lo que contribuirá al fin del ciclo decreciente.
No obstante, subrayó que la estabilización del mercado necesitará un poco más de tiempo, ya que hasta finales de 2012 no se absorberán los 1,2 millones de viviendas que están pendientes de vender.
La demanda de hogares está condicionada por la lenta recuperación del crecimiento económico y por la destrucción de empleo, que siguen retrasando las decisiones de compra.
En este sentido, Ledo señaló que el excedente inmobiliario sigue aumentando y que no tocará techo hasta el primer trimestre de 2010, cuando comenzará a disminuir hasta alcanzar al cierre de 2012 el nivel que tenía siete años antes.
La economista del Servicio de Estudios del BBVA aseguró que no tiene constancia de qué parte del sobrante de viviendas se han quedado las entidades financieras a cambio de créditos impagados por promotoras y constructoras, pero consideró que tiene que ser «mucho menos de la mitad», al tiempo que afirmó que bancos y cajas están jugando un «papel pasivo» en el mercado inmobiliario.
Sobre la intención del Gobierno de eliminar la desgravación fiscal por la compra de vivienda a partir de enero de 2011 para las rentas superiores a 24.000 euros, Ledo manifestó que podría contribuir a dinamizar las ventas, reduciendo el excedente de vivienda y moderando la caída de los precios en los próximos 19 meses.
Otros factores, como el recorte de los tipos oficiales de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) o la reducción de la inflación, contribuirán a incrementar la renta disponible de los hogares, con lo que el esfuerzo para acceder a una vivienda se reduce, lo que unido a la bajada de precios se convierte en otro acelerador de la absorción de excedente.
Esa es la teoría, porque en la práctica el informe de la firma bancaria asegura que «la transformación de la demanda potencial en compraventa sigue siendo incierta, sobre todo a corto plazo».
Por otra parte, el Servicio de Estudios del BBVA subraya que en un entorno económico como el actual el estímulo del mercado del alquiler sería «muy positivo» porque resulta un «elemento clave» para la absorción de la sobreoferta, razón por la que considera que, si se hubiesen aplicado antes medidas destinadas a fomentar el arrendamiento, el ajuste del sector habría sido más suave.
El análisis del BBVA coincidió ayer en el tiempo con los datos divulgados por el portal inmobiliario y del hogar Facilisimo.com, que indican que el precio de la vivienda se redujo un 0,45% durante el mes de mayo, lo que deja un descenso acumulado del 7,58% en el último año. Con ello, lo que se paga por metro cuadrado se situó en 2.196 euros, la misma cantidad que hace cuatro años.
Extremadura es la única comunidad autónoma en la que subieron los pisos durante el mencionado mes, mientras que los inmuebles catalanes llevan ya dos meses sin sufrir variación relevante alguna. De este modo, las casas españolas cuestan hoy lo mismo que en el verano de 2005. Durante los cinco primeros meses de 2009, las tarifas bajaron al mismo ritmo que en igual período del año previo.
