Después de varios meses anhelando la lluvia, finalmente ha acabado llegando, y en abundancia, en Semana Santa. Aunque en algunos pueblos las inclemencias obligaron a suspender los actos, en la mayoría se mantuvieron las procesiones. En Cantalejo (foto horizontal 1), donde los quintos ocupan un lugar destacado, llovió durante todo el recorrido, pero sin alterarlo. Tampoco en Cantimpalos (foto horizontal 2) el mal tiempo impidió que salieran las procesiones. Por lo que respecta a Coca (foto horizontal 3), el vía crucis matutino fue por el interior de la iglesia, y la procesión vespertina, en vista de la amenaza de lluvia, únicamente recorrió el perímetro del templo. En Sepúlveda (foto vertical 1), donde la procesión del Jueves Santo se suspendió, el Viernes Santo sí se celebró, si bien con paso acelerado por el agua que cayó con fuerza desde mitad del recorrido. Los vecinos de Cabezuela (foto vertical 2), entre los que destacaba un grupo de mujeres con mantilla y peineta, también tuvieron que recurrir a los paraguas para hacer el traslado de imágenes desde la iglesia a la ermita.