El joven acusado de matar al marido de su amante en 2013 en Murcia, confesó ayer que la procesada —Fabiola B.M.— , “quería que los dos lo hiciéramos; quería que lo hiciera e hizo todo lo posible para ello”.
En la segunda sesión del juicio con jurado popular, el acusado — Salvador H.C.— reconoció, a preguntas del Ministerio Fiscal, que “desde el primer momento” se sintió utilizado por Fabiola, ya que de un principio le negó que estuviera viviendo con la víctima y “tampoco intentó denunciarlo por malos tratos”, no poniendo remedio a la situación.
“Me sentí utilizado para matarlo”, insistió Salvador, quien recordó que fue después de mostrarle un vídeo en el que aparecía en el interior de un coche la acusada, con la víctima y una prostituta, cuando decidió coger un cuchillo de grandes dimensiones y una bicicleta y quedar con Fabiola en un descampado a donde acudían habitualmente para mantener relaciones sexuales.
“Cuando vi el vídeo mi cabeza era una psicosis constante, no había distinción de la realidad, estaba en una película y no sabía cómo iban a suceder las cosas”, afirmó Salvador, quien aseguró que había tomado previamente cuatro gramos de cocaína, mezclado con antidepresivos y alcohol.
Al mismo tiempo describió la actitud de Fabiola días después de cometer el crimen y en el transcurso del mismo como nada asustadiza. De hecho, advirtió que fue ella quien le planteó en un principio que le asestara varias puñaladas superficiales para que pareciera que a ella también la habían agredido, algo que Salvador descartó.
Mientras que Fabiola, de 26 años y natural de Bolivia, mantuvo el lunes que en ningún momento elaboró un plan premeditado para matar a su marido, con el que contrajo matrimonio un año antes del crimen en régimen de bienes gananciales, y que le dolió verlo morir, Salvador indicó que ésta le ayudó a matarlo, ya que mientras él lo degolló con un cuchillo, Fabiola “le puso la rodilla encima para que no se moviera”.
