Ayer al mediodía llegó al centro de Segovia un autobús que aparcó en la plaza de la Artillería, pero esta vez no estaba lleno de turistas armados con sus cámaras para fotografiarse con el bimilenario Acueducto de fondo. Más bien todo lo contrario, ya que este autocar vino a la ciudad para que, precisamente, los viandantes se pararan ante él, entraran en su interior y fotografiaran su contenido.
Y es que, durante toda la tarde de ayer domingo las inmediaciones del Acueducto se llenaron con los colores rojiblancos del autobús de la gira ‘Bicampeones de Europa’ con el que el Atlético de Madrid quiere compartir con todos sus seguidores los títulos conseguidos durante el año 2010.
Algo que el buen aficionado segoviano ‘colchonero’ no se quiso perder, lo cual se notaba desde primera hora del mediodía, cuando la gente ya hacía cola antes de que se abrieran las puertas de este pequeño museo con ruedas.
De este modo, los objetos estrella de la exhibición y aquellos que más expectación y flashes despertaron entre el público fueron los imponentes trofeos que presidían el escaparate central: el de la Uefa Europa League y el de la Supercopa de Europa. Ambas copas flanqueaban el balón con el que se disputó en el Luis II de Mónaco la final que enfrentó al Atlético con el Inter de Milán, y que supuso la consecución del bicampeonato europeo del equipo rojiblanco la temporada 2009/2010.
En este autobús-museo los aficionados también pudieron observar auténticas reliquias, como carteles de partidos en el estadio Manzanares, que más adelante se iba a llamar Vicente Calderón. Precisamente, en una de las vitrinas estaba expuesto aquel que anunciaba el primer encuentro que se disputó en la nueva casa atlética, allá por el 2 de octubre de 1966, y que enfrentó a los madrileños con el Valencia en el Campeonato de Liga.
Otro de los carteles más curiosos, y el de mayor antigüedad, es el que refleja un partido de cuartos de final de la Copa del Generalísimo frente al Athletic de Bilbao en la que fue sede del Atlético antes de mudarse a la orilla del Manzanares, el Estadio Metropolitano. Y el más moderno, con aires setenteros, el de España contra Uruguay del 23 de mayo de 1972.
Las fotografías también ocupaban un puesto importante en este museo sobre ruedas, porque 107 años de vida dan para mucho. Así, quien se acercó a la plaza de la Artillería pudo observar instantáneas de los momentos más alegres del equipo rojiblanco, tanto en blanco y negro como a todo color, como las celebraciones del doblete conseguido tras ganar la Liga y la Copa en la temporada 1995/1996; o aquellas que reflejaban los festejos del Centenario que cumplió el Club en 2003, cuando se confeccionó una bandera roja y blanca de 1.500 metros de largo y 40 de ancho, que se transportó por cientos de aficionados desde la mítica fuente de Neptuno hasta el Vicente Calderón.
Asimismo, en las vitrinas se recogía una buena muestra de los éxitos atléticos por medio de los diferentes medios de comunicación escritos, ya fueran periódicos o revistas especializadas.
Pero hay algo que tampoco puede faltar en un museo de un club de fútbol, y estas son las equipaciones, las de ayer y las de hoy. Por ello se exhibían dos camisetas, una antigua que mostraba el pasado del Atlético de Madrid; y otra como símbolo del futuro que ya es presente, con la habitual vestimenta naranja del actual guardameta rojiblanco, el joven David de Gea, firmada por él mismo.
Además, otra de las curiosidades de la exposición fue la presencia de las botas que calzaba Simao Sabrosas cuando anotó el gol número 4.000 del Atlético de Madrid en Liga, el 12 de abril de 2009 contra el Deportivo de La Coruña.
Así pues, aquellos aficionados que se acercaron ayer al autobús que aparcó muy cerca del Acueducto se llevaron un grato recuerdo. Todo un paseo por la historia del club rojiblanco en cuarenta metros cuadrados.
