El accidente en los primeros metros del Gran Premio de Bélgica ha reabierto de nuevo el debate sobre la seguridad en la Fórmula Uno del mismo modo que avivó la pelea por el título.
Aunque el español Fernando Alonso aseguró sentirse bien, habrá que ver cómo se repone para el GP de Italia, que se disputa este domingo. En Monza buscará recuperar la ventaja perdida respecto al alemán Sebastian Vettel, que con el Red Bull ya es el principal oponente de la estrella de Ferrari.
El germano intentará acercarse más al asturiano, pero ahora pocos hablan de puntos y de cálculos, y, en cambio, muchos lo hacen sobre la seguridad y los riesgos que se toman y las consecuencias que generan. «Me sentí como si un tren me pasara por encima», indicó el ovetense.
Alonso apenas sufrió molestias en la espalda y estará en la parrilla en Monza. Lo que más le duele quizás es que ahora Vettel está ya a 24 puntos, es decir, a una sola carrera de diferencia.
Las consecuencias deportivas del accidente y de la retirada del español fueron evidentes. Pero, además, provocó que se reabra el debate sobre los posibles ‘cockpits’ cerrados. «El corazón se nos paralizó a todos los fans de Ferrari», indicó Stefano Domenicali. Milagrosamente, nadie salió herido, pese a que el coche de Grosjean voló y junto a él lo hicieron numerosos trozos de los monoplazas que se llevó por delante.
¿Cerrar el ‘cockpit’ sería la solución? Tras el siniestro del brasileño Felipe Massa en 2009, al que le alcanzó cerca del ojo una pequeña pieza de metal, y la muerte del piloto de Fórmula 2 Henry Surtees, al que le golpeó una rueda que salió volando, la FIA sopesa la instalación de una cúpula como las de los aviones de combate.
«Trabajamos en el sistema de protección adecuado, pero siempre surgen nuevos problemas», precisó Domenicali.
Uno de los temores de un habitáculo cerrado es que los pilotos no puedan escapar del bólido en caso de un incendio. «Se puede poner una cubierta, pero no se sabe si luego será más segura o no», expresó el jefe del equipo McLaren, Martin Whitmarsh.
Domenicali también pidió otro tipo de medidas: «Sería mejor que en las categorías inferiores se impusieran las reglas de comportamiento en la pista. De este modo, los jóvenes estaría mejor preparados».
La maniobra en Spa le costó a Romain Grosjean no poder competir el domingo en el GP de Italia y una multa de 50.000 euros.
