El Viveros Herol Nava presentó en la tarde de ayer tanto a Nico Bonanno, que no pudo estar presente junto a sus compañeros en la presentación anterior por estar disputando los Juegos Olímpicos con Argentina, como a Yeray Lamariano, en su tercera etapa en Nava de la Asunción para echar una mano al equipo tras la lesión de Patotski.
“Nuestro objetivo principal es la permanencia, afirmó Julián Mateo, presidente del club, que expresó su deseo de que las lesiones respeten más de lo que lo han hecho en una pretemporada en la que la rotura del cruzado de Patotski ha afectado al trabajo.
“Venía buscando un cambio de aires”, señaló Bonanno en la presentación. “Siempre que vine aquí como rival pude disfrutar de una afición increíble. Pregunté mucho a compañeros como Gonzalo Carró o Andrés Moyano, y me hablaron muy bien de la calidad humana de las personas que forman este club. Tenemos una plantilla veterana, pero eso nos va a venir bien para afrontar momentos complicados, pero también tenemos ambición y hambre, aunque en la Liga Asobal puede pasar cualquier cosa”.
A pesar de que la pretemporada fue un tanto atípica, con el argentino llegando algo más tarde por los Juegos, más la lesión de Patotski, Nico consideró que “estaremos preparados” para afrontar el primer encuentro de liga en la pista del Anaitasuna.
YERAY LAMARIANO
El portero eibarrés de nacimiento, y navero de adopción, señaló que “volver a Nava es volver a diez años atrás, a la presentación en el centro cívico con mi hijo Urko que era muy pequeño, en un recinto que estaba repleto de gente. Cuando me llamó Carlos recordé los buenos momentos, a la buena gente que hay aquí, y estoy encantado de volver a casa”.
Cuando se le preguntó acerca de si tardó mucho en pensar la respuesta, Yeray fue muy directo: “No. Mi mujer fue la que más me animó, mi hijo que juega al balonmano también está encantado de que vuelva a jugar al balonmano. Yo fui el que más se lo pensó, porque había muchas cosas que pensar y sopesar. Pero el apoyo de la familia ha sido vital, y ver la cara de mi mujer cuando le dije que volvía a Nava hizo que mereciera la pena tomar esta decisión”.
Después de unas semanas de entrenamientos, Yeray se ha visto bien, “pero soy consciente de que no estoy al nivel que podía estar hace unos meses. Lo que quiero es aportar”.
