El estadio de La Albuera ha vuelto a dar síntomas de que los años no están pasando en balde por él. Las vallas de color verde que delimitan los fondos tienen varias décadas de vida, y la instalación sobre ellas de varios carteles de publicidad, unido al hecho de que tras la valla de uno de los fondos se suele colocar la afición de los equipos visitantes que se apoyan sobre ella y golpean los carteles, han ido haciendo mella en la misma, dejándola a falta de un ‘soplido’ para que terminara venciéndose.
Y ese ‘soplido’ llegó en la jornada del miércoles, con los vientos provocados por la tormenta ‘Kirk’ en la capital, que sin ser ni mucho menos los más fuertes que ha sufrido Segovia en los últimos años, sí tuvieron la intensidad suficiente para que los carteles hicieran ‘vela’ y terminaran afectando a los soportes sobre los que se ancla la valla, que quedó desanclada en varios de sus puntos, sujetándose a duras penas con otros, y quedándose muy cerca de golpear a las gradas supletorias que se ubican apenas un par de metros por detrás.
El Ayuntamiento tiene ahora alrededor de nueve días para proceder al arreglo de la avería, antes de que llegue el encuentro frente al Real Unión, si bien es cierto que no parece muy factible que el equipo vasco pueda traer a Segovia a un número considerable de aficionados para ver jugar a su equipo un domingo por la mañana.
