Llegó al fin algo que se esperaba hace tiempo: A propuesta del Ministerio de Cultura y Deporte, el Gobierno ha declarado la técnica del vidrio soplado como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de España.
Por supuesto que cuando se habla de vidrio soplado y sus variantes, hay que asociar de inmediato la producción, mantenimiento y protección en un principio, y de forma muy destacada, a la histórica Real Fábrica de Cristales de La Granja, aunque otras sigan sus méritos como la también citada en la declaración ministerial Vidrios Gordiola, de Mallorca.
Precisamente la creación en 1988 de la Fundación Centro Nacional del Vidrio de La Granja se encaminó “a la protección y conservación de las antiguas técnicas del vidrio, su fabricación artística y demás actividades culturales relacionadas con la técnica y el arte del vidrio”. En esta iniciativa fue decisiva la voluntad, el entusiasmo y la fuerza de convencimiento de dos hombres estrechamente vinculados a Segovia, el vitralista Carlos Muñoz de Pablos y el entonces alcalde del Real Sitio de San Ildefonso, el notable neurólogo Luis Erik Clavería, que fue jefe del Servicio de Neurología en el Complejo Asistencial de Segovia, donde confirmó su alta calidad de especialista, generalmente reconocida y con posterioridad recordada al darse su nombre a la avenida que desde la del 3 de Agosto, junto a la Comisaria de Policía, llega hasta el mismo hospital.
Desde el reinado del primer Borbón, Felipe V, La Granja ha estado estrechamente ligada a la producción de vidrio artístico. Con el paso de los años también han sido varios gestores privados los que han movido la primitiva fábrica, hasta que decidieron apartarla de su negocio los directivos de la última empresa explotadora, la Fabrica de La Esperanza, muy ligada a la francesa de Saint Gobain, cuando decidieron la construcción de otro edificio en el mismo Real Sitio.
En 1979 se celebran las primeras elecciones locales democráticas, y la Corporación Municipal de San Ildefonso-La Granja, cuyo alcalde era ya Luis Erik Clavería, inicia los primeros movimientos para recuperar la histórica Fábrica de Vidrio. Y Luis, en su empeño, no podía contar con otro mejor especialista, el joven pero ya prestigioso internacionalmente vidriero o vitralista Carlos Muñoz de Pablos, que fue elegido presidente del Patronato de la Fundación. El nombre inevitable de ésta debería ser el de Don Juan de Borbón y Battemberg, Conde de Barcelona, nacido precisamente en el Real Sitio.
De inmediato varios ministerios, y por supuesto el Ayuntamiento del Real Sitio de San Ildefonso, la Diputación Provincial de Segovia, la Comunidad Autónoma de Castilla y León, y naturalmente la necesaria participación del Patrimonio Nacional y de Cristalería Española y el Corpus Vitrearum Medii Aevi, filial de la sección de historia de la UNESCO, unieron sus esfuerzos. Y el 28 de Septiembre de 1982, en el Palacio de la Zarzuela, bajo la presidencia de honor de D. Juan de Borbón, se presentaron los estatutos de la Fundación, de la que son presidentes de honor SS.MM. los Reyes de España.
Fecha destacada posterior fue la del 24 de Septiembre de 1988, cuando la Antigua Fábrica de Vidrio de La Granja abría oficialmente sus puertas al presentar en su interior, ya en buena parte restaurado, una espléndida exposición de piezas de vidrio, maquinaria y material gráfico que ocupaba una buena parte del edificio, y cuya muestra fue diseñada por Carlos Muñoz de Pablos, presidente del Patronato de la Fundación, y el arquitecto Javier Contreras Plaza.
De la Real Fábrica, que cuenta con un magnífico museo del vidrio artístico y con él su importante escuela por la que han pasado varias generaciones, han salido miles de obras de arte, y también se han realizado muy valiosas restauraciones, entre ellas las de las 362 lámparas del Teatro Real de Madrid, algunas del Alcázar de Segovia y asimismo las tres lámparas históricas del siglo XVIII que lucen en la nave central de la iglesia parroquial de San Andrés, de esta ciudad.
