El Unami volvió a complicarse sobremanera su clasificación en el grupo octavo de la Tercera al perder con claridad con el Santa Marta. El equipo segoviano, con un jugador menos durante más de una hora por la expulsión de Quino, se quedó sin fuerzas en el tramo final cuando estaba a un gol de igualar el choque, y su rival le sentenció a la contra.
Sabedores de lo que había en juego, segovianos y salmantinos se esforzaron por no cometer errores defensivos y cerrar todas las vías de penetración a su rival. Siendo el empate malo para los dos equipos, al Santa Marta le venía algo peor y por ello el cuadro visitante no quiso especular y desde el principio quiso adelantar sus líneas para poner en complicaciones la salida del balón de los segovianos, que ante esa tesitura no dudaban en lanzar en largo hacia la demarcación de Diego Alcubilla para buscar la segunda jugada.
Pocas cosas pasaron en los primeros minutos de encuentro, con el Unami protagonizando las primeras ocasiones sin puntería, hasta que en el ecuador de la primera parte Lorenzo tuvo que hacer una primera intervención de mérito a lanzamiento desde veinte metros de Asensio. Poco más tarde, el portero local se vio sorprendido por el remate de Joel, que con no demasiado ángulo para marcar convirtió el 0-1 en una acción que no parecía llevar tanto peligro como el que al final tuvo.
TRES MINUTOS PARA OLVIDAR
Las cosas se pusieron aún peor para los de casa cuando Quino, que poco antes había visto una tarjeta amarilla por protestar, vio la segunda por una entrada evitable en el centro del campo. En un visto y no visto, el Unami se vio con la derrota momentánea en el marcador, y uno menos sobre el terreno de juego frente a un rival que había encontrado su sitio en el campo, en condiciones aceptables teniendo en cuenta que en la mañana del viernes estaba cubierto de nieve, y que no se echaba hacia atrás pese al marcador favorable.
La intensidad que ambos conjuntos ponían sobre el campo era grande, y el vallisoletano Gutiérrez Garrote, árbitro del encuentro, no quiso ser contemplativo con esas situaciones. Media docena de amarillas y dos rojas, porque las protestas de Sergio Prieto en un saque de banda propiciaron la expulsión del defensa segoviano que estaba en el banquillo, jalonaron una primera parte que tuvo igualdad hasta el 0-1, pero que después se fue convirtiendo en un quiero y no puedo local hasta la llegada del descanso.
La expulsión de Quino dejó a los locales con un jugador menos en el campo cuando su rival acababa de conseguir el 0-1
La segunda parte se inició con susto para los de casa, aunque la acción ofensiva del Santa Marta estaba anulada por fuera de juego, y la mejor ocasión azul en las botas de Diego Alcubilla, que desde la frontal lanzó ajustado al palo desviando el portero visitante a córner. Y es que el Unami salió con las ideas algo más claras al campo, sabiendo que debía apostar por el ataque aunque ello implicara recibir ocasiones de gol como el mano a mano que Loren sacó a Hachi de manera más que efectiva.
DEL QUERER AL PODER
Pero nada pudo hacer el guardameta local en la segunda ocasión clara del Santa Marta tras el descanso, en otra acción de contragolpe bien culminada por Mito. El partido corría el peligro de hacerse demasiado largo para el equipo de Juan Folgado, aunque Sergio Alcubilla no estuvo lejos del 2-1 con un lanzamiento desde más allá de la frontal que se marchó ligeramente desviado sobre el marco salmantino.
El Unami, a base de esfuerzo físico pero también de fútbol porque la apuesta del juego combinativo iba dando frutos, logró igualar el partido en el campo, pero necesitaba un golpe de suerte para meterse definitivamente en el duelo. Y lo logró a veinte minutos para el final, cuando el Santa Marta no logró culminar una contra que terminó en los pies de un defensor local, quien lo impulsó con fuerza hacia la posición de Alcubilla. El delantero peinó el balón y Beni se anticipó a la defensa charra para plantarse ante Hugo y batirlo de tiro cruzado.
El gol segoviano metió los nervios al Santa Marta, que durante una hora había vivido un partido demasiado tranquilo. Beni tuvo el empate pero su lanzamiento salió colocado pero flojo, y Hugo se hizo con el balón en dos tiempos. Poco después, una acción ofensiva visitante terminó con un balón al segundo palo, donde Tomi solo tuvo que empujar el 1-3. El Unami, que con el 1-2 recobró la fe en el partido, la volvió a perder con este tanto que le dejó sin fuerzas y a merced de un oponente que sentenció al contraataque con el cuarto gol de Tena que finiquitó el partido.
