El Unami sigue sin saber lo que es ganar en la Tercera División, y parece sumido en una crisis importante tanto de juego como de resultados. Frente a una Cultural B que no hizo mucho más que defenderse con orden y esperar su momento, los segovianos se mostraron demasiado presionados por la situación clasificatoria, sin mostrar las señas de identidad que tan buen resultado le dieron la pasada temporada.
Que el equipo azul no está bien es un hecho más que evidente, pero sirva como muestra lo sucedido en el minuto cuatro de la primera parte, cuando un balón sencillo para Kengo fue tocado por Vicente justo cuando el guardameta se iba a hacer con la pelota. El delantero leonés, que pasaba por allí, estuvo a punto de aprovechar el regalo y hacer el 0-1.
El partido se planteaba con el equipo de casa tratando de controlar el juego, y filial de la Cultural bien parapetado en su parcela, intentando por una parte defender con las líneas muy juntas para tratar de ganar contundencia, y aprovechar los espacios que la ansiedad del Unami por ganar iba a dejar a la espalda.

SIN ARRIESGAR… O CASI

Pero los locales no están para florituras, y por ello cada balón de riesgo se convertía en un despeje hacia delante para no sufrir las contras, y así poder adelantar su presión. Como quiera que los dos conjuntos estaban más cómodos sin el balón que con él, apenas pasó nada en La Albuera hasta bien entrado el partido.
La Cultural obtuvo el premio a su paciencia en forma de ocasión tras un robo en la frontal del área en una de las primeras ocasiones en las que el Unami quiso sacar el balón jugado desde atrás, pero Guti lanzó su vaselina fuera ante un Kengo ya batido.
El conjunto de Gonzalo del Valle no chutó a portería en toda la primera parte. Cierto es que tuvo algunos acercamientos, más por la derecha que por la izquierda, pero en los tres cuartos de campo faltó claridad y sobró precipitación en algunos remates.
El 0-0 del descanso apenas tardó en romperse iniciado el segundo tiempo. El Júpiter saltó al campo mucho más enchufado que el Unami, y en tres minutos le asestó un tremendo golpe al partido haciendo lo que tiene que hacer un equipo que aspira a ganar fuera de casa, aprovechar su momento para marcar el 0-1, y buscar el segundo gol cuando más debilidad mostraba su oponente.

FALTA DE CONCENTRACIÓN

Al minuto de juego, Ryan marcaba a placer aprovechando un balón botado en falta al segundo palo, en el que la defensa local quedó retratada, y apenas dos minutos más tarde llegó el segundo golpe de la tarde, con Beni rematando a placer desde dentro del área tras un rechace desafortunado de Kengo, que dejaba el partido en franquicia para los de Israel Martínez.
De manera lógica el Unami acusó el golpe. Con muy poco fútbol en el centro del campo, superados siempre por la presión del oponente, el recurso de los balones hacia Alcubilla dejaba al delantero sin aliento, bien marcado en todas las acciones por la zaga de un Júpiter Leonés que dejaba muy pocos efectivos para amenazar a la contra, sabiendo que el trabajo ya le tenía hecho.

El error en el lanzamiento del penalti a un cuarto de hora para el final acabó por ser definitivo

Alcubilla lanzó desde el interior del área, pero Erlantz detuvo el esférico sin ningún problema. Posteriormente fue Rogero el que probó suerte con un remate desde la frontal tratando de sorprender, pero el guardameta de la Cultural mostró mucha seguridad.
La decoración del partido pudo haber cambiado de manera radical a un cuarto de hora para el final del choque, cuando Erlantz derribó a Diego Alcubilla dentro del área, pero el arquero visitante se resarció acto seguido al detener el disparo desde los once metros de Esperalta, en una acción que podía haber metido en el partido a los segovianos. Posteriormente, volvió a sacar a relucir al guardameta visitante sus cualidades, en esta ocasión enviado a córner un peligroso remate de Sergio Sánchez, que ponía el epílogo a un partido que salió tan redondo para la Cultural Leonesa como horriblemente mal para un Unami que está sufriendo todo lo que sufre un equipo en crisis, tan falto de confianza como de fortuna y pleno de nervios.