El turismo rural despunta durante la Semana Santa

Un año más la Semana Santa envía un mensaje positivo para el turismo rural de Castilla y León, comunidad que encadena un liderazgo continuo en este sector mes a mes. Así, la ocupación de alojamientos de este tipo de turismo rural alcanzará el 90 por ciento en Semana Santa, con picos del 95 por ciento en algunas provincias, como aquellas que cuentan con ciudades Patrimonio de la Humanidad (Salamanca, Ávila y Segovia), u otras cuya Semana de Pasión cuenta con Declaración de Interés Turístico Internacional, como es el caso, entre otras, de Valladolid, Zamora o León, las cuales atraen, además un turista internacional cada vez más exigente pero con un bolsillo de más calidad.
De este modo, el reto que se plantea el sector del turismo rural de la Comunidad es superar las 185.537 pernoctaciones y 76.938 viajeros que registró en abril de 2022, mes en el que también coincidió la Semana Santa y cuyas cifras siempre están empujadas por estos días centrales de Pasión, que para algunos gira en torno a la celebración religiosa y a otros les permite descansar o viajar.
Actualmente, en Castilla y León se contabilizan 3.232 establecimientos de turismo rural y en torno a 30.000 plazas. El presidente de la Asociación Regional de Empresarios de Alojamientos Rurales de Castilla y León (Ararcyl), Luis Chico, señaló que, “como siempre”, hay provincias mejor que otras, y aclara que mientras aterriza en la comunidad “mucha gente de fuera, también es cierto que muchos castellanoleoneses se van”.
Por ello, sostiene que en las reservas de Semana Santa se han observado familias de andaluces, canarios, vascos o catalanes, principalmente. En algunas autonomías, además, el lunes siguiente al Domingo de Resurrección es festivo, con lo que las pernoctaciones se ensanchan.
En todo caso, recordó que “se ha perdido aquello de reservar una casa rural desde el Lunes Santo al Domingo de Resurrección”, motivado, asegura Chico, por “la crisis, la situación económica y el ajuste de precios por parte de los empresarios”, que no obstante han visto mermados los márgenes. Tal es el caso, expuso, que la subida real del precio “hubiera sido entre el 20 y 22 por ciento para reservar un alojamiento”, pero han optado por una media de un 10 por ciento “para paliar el incremento tan importante que ha habido”.
Por último, celebró que el turismo rural en esta época en Castilla y León sea “un producto consolidado” y su venta en Semana Santa “ya está construida y garantizada gracias al trabajo y esfuerzo de los empresarios todos estos años”, concluyó.