El Adelantado de Segovia
sábado, 6 diciembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

El testamento del papa Benedicto

por Ángel Galindo García
4 de enero de 2023
en Tribuna
ANGEL GALINDO
Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

Los lunes de San Nicolás

Puedes besar a la novia

Sin pagar, ni pedir perdón

Dicen los filósofos, entre ellos el español, X Zubiri, que la decisión más importante de la vida del ser humano es la opción antes de morir, es decir, el aceptar libremente el final o la muerte. Esto es posible cuando se cree que la muerte, como dice Benedicto XVI, no es el final sino un encuentro.

En su testamento, mirando a ese encuentro, el papa emérito mira hacia atrás y presenta varias de las claves de su vida personal e intelectual: la lógica del amor y del agradecimiento, la lógica de la verdad, la lógica de la fe y la lógica de la razón.

En la primera clave, deja su primera lógica dando gracias a sus padres y a Dios: frente a la lógica del poder y la lógica del mercado en el momento de la muerte presenta la lógica del amor. Reconoce sus momentos de confusión afirmando que Dios le ayudó a salir de ellos: “siempre me levantó cuando empecé a resbalar y siempre me devolvió la luz de su semblante”. En esta lógica está presente el amor a Dios y el agradecimiento a sus padres y hermanos por su atención y sus juicios lucidos.

De esa luz nace la lógica de la verdad. Benedicto fue un buscador de la verdad. En su documento caritas in veritate desde la opción fundamental busca la entraña de la verdad frente al relativismo actual que no encuentra nada objetivo. Benedicto avisará que donde no hay nada objetivo comienza la era de la dictadura y de los dogmatismos. Solamente la verdad puede salvar al hombre de hoy del pensamiento débil y la filosofía de la nada y del sinsentido.

Pero el fundamento del pensamiento de Benedicto se encuentra en la lógica de la fe. “La lúcida fe de mi padre, dice Benedicto en su testamento, nos enseñó a los niños a creer, y como señal siempre se ha mantenido firme en medio de todos mis logros científicos” y da gracias “al pueblo de mi patria porque en él he experimentado una y otra vez la belleza de la fe”. Con lucidez nos recuerda que la fe no es solo individual sino sobre todo comunitaria haciendo alusión a la fe de su pueblo.

Pero algo que va a inundar la evolución de su pensamiento es la lógica de la razón: “He vivido las transformaciones de las ciencias naturales desde hace mucho tiempo, y he podido comprobar cómo, por el contrario, las aparentes certezas contra la fe se han desvanecido, demostrando no ser ciencia, sino interpretaciones filosóficas sólo aparentemente pertenecientes a la ciencia; del mismo modo que, por otra parte, es en el diálogo con las ciencias naturales como también la fe ha aprendido a comprender mejor el límite del alcance de sus pretensiones, y por tanto su especificidad”. En la obra Fides et ratio, tras de la cual se encuentra el papa emérito, se manifiesta esta íntima relación entre fe y razón. La fe no está en contra de la razón sino en diálogo con ella.

Estas cuatro lógicas cobran sentido, según Benedicto XVI, en el dialogo de la teología con las ciencias bíblicas. Nos habla de su experiencia de ver derrumbarse muchas teorías que parecían inamovibles: la generación liberal, la generación existencialista, y la generación marxista. “He visto y veo cómo de la maraña de hipótesis ha surgido y vuelve a surgir lo razonable de la fe. Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida, y la Iglesia, con todas sus insuficiencias, es verdaderamente su cuerpo”.

De las cuatro veces que he tenido la ocasión de estar personalmente con el papa emérito, me sobrecogía fundamentalmente la sencillez que nacía de su inteligencia. En él, se descubre un talante de agradecimiento a quienes le han guiado en los tramos oscuros de su vida: “Si en esta hora tardía de mi vida miro hacia atrás y repaso las décadas por las que he pasado, veo en primer lugar cuántas razones tengo para dar gracias”.

Por último, su testamento finaliza pidiendo perdón humildemente: “rezad por mí, para que el Señor, a pesar de todos mis pecados e insuficiencias, me reciba en las moradas eternas. A todos los que me son confiados, día a día, va mi oración de corazón”.
=========
(*) Ángel Galindo García, catedrático emérito

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda