La rehabilitación del Teatro Cervantes se encuentra un paso más cerca tras la firma del convenio entre el Seminario Diocesano de Segovia y las empresas ejecutoras del proyecto. Este proyecto, del que ha corrido ríos de tinta en los últimos años, parece remendar por fin los problemas que padecía y encara ya el deseado inicio de las obras.
Y es que uno de los grandes problemas que encontraba la rehabilitación del Teatro Cervantes era encontrar un espacio que permitiera el paso de maquinaria y materiales, diatriba que ahora por fin ve solución a través de la llamada Huerta del Seminario.
De esta forma, el Seminario Diocesano de Segovia autoriza la ocupación de la parte de la Huerta más próxima al antiguo teatro. El convenio detalla la delimitación del espacio a ocupar por parte de las empresas y se describen los trabajos necesarios para poder acceder de manera independiente a la zona de trabajo.
Estas labores conllevan desmontar la ornamentación del jardín, mover tierras y demoler parte del muro exterior que da a la calle Obispo Gandásegui. También se habilitará una pasarela de acceso peatonal que facilite el tránsito a la Huerta desde el Seminario.
Además de todas estas complejidades, el convenio entre las partes establece que todos estos trabajos serán realizados con “seguimiento arqueológico”, para lo cual la unión temporal de empresas (UTE) Teatro Cervantes contratará el correspondiente servicio con un técnico cualificado que elaborará un informe sobre los trabajos a realizar y presentará para su aprobación a la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Segovia de forma previa al comienzo de las actuaciones.
El encargado de hacer público este esperado acuerdo fue el rector del Seminario, Juan Cruz, que remarcó la “disposición” de la institución religiosa para que la obra se realizase siempre que se cubriesen algunas garantías. De esta forma, aclaró que este convenio lleva perfilado desde el pasado mes de octubre, pero no ha podido firmarse hasta esta semana por la necesidad del “visto bueno” del Ministerio.
Al ser preguntado por el inicio de las obras, Cruz aclaró que todo lo que estaba pendiente por parte del Seminario “está hecho”, pero que hay otras cuestiones que “no dependen de ellos” y que impiden una respuesta concreta. “Los plazos no los hemos marcado nunca nosotros”, remarcó. El rector dijo también mostrarse satisfecho por el acuerdo alcanzado, reiterando su disponibilidad a colaborar con empresas e instituciones para el buen desarrollo de los trabajos.
Además de las cuestiones técnicas, también se hicieron públicas las cifras económicas que conlleva este convenio. De esta forma, se detalló que se ha fijado un aval de 90.000 euros como garantía de reposición. Esta cantidad solo será requerida en caso de que los perjuicios derivados de las obras no se reviertan antes de finalizar la actuación.
Además, el convenio recoge una compensación económica que el Seminario recibirá como contraprestación al uso del terreno. Esta cuestión, que en su día produjo un gran debate, se ha solventado con el establecimiento de una remuneración progresiva. De esta forma, el primer año de obra se compensará con 3.000 euros al mes; los meses del segundo con 2.500 euros; el tercer año con 1.500 euros al mes; y los meses sucesivos hasta la recepción de la obra a razón de 1.000 euros al mes.
Este último apartado abordaría los seis últimos meses hasta que se alcancen los 42 meses establecidos como plazo de ejecución, ya que de sobrepasarse ese plazo se retornaría al canon inicial de 3.000 euros al mes.
Tras sumar todos los periodos, en caso de que el proyecto se lograse cerrar en esos 42 meses, la cuantía a entregar en forma de compensación al Seminario Diocesano de Segovia ascendería a 90.000 euros.
Además, el convenio establece que la UTE realizará las gestiones necesarias para solicitar los permisos de retirada y/o desvío de los servicios urbanos que pudieran verse afectados por la intervención y la reposición a su estado original, corriendo además con sus gastos.
