Durante el pasado fin de semana la Rondalla de Pulso y Púa de Fuentepelayo y el Grupo de Senderismo de esta localidad tuvieron en Casla el destino de sus actividades.
En la jornada del sábado, dentro del programa institucional ‘Otoños con Pulso’ los componentes del grupo de plectro del Taller Cultural de Fuentepelayo ofrecieron un concierto inolvidable. El coqueto recinto cultural de “Los Toriles” de Casla se quedó pequeño para acoger a todos los espectadores que deseaban ver esta actuación. Al final, y con la excelente disposición de todos, el vecindario pudo disfrutar de un recital que perdurará en su memoria. Antes de poner el colofón a este acto, el presidente del Taller Cultural de Fuentepelayo ofreció unas palabras de gratitud al alcalde y al resto de la corporación municipal de Casla por haber decidido que fuese la Rondalla de Fuentepelayo quien asumiera el protagonismo artístico del fin de semana. El máximo responsable de la asociación de Fuentepelayo, también glosó la labor en favor de la cultura que está llevando a cabo la asociación “La Colodra”. En este capítulo hay que destacar el reconocimiento que hizo a la labor desempeñada por José López como presidente de la citada asociación de Casla por su empeño en luchar por desterrar a esta localidad de ese grupo de pueblos pertenecientes a la “España Vaciada”.
Y al día siguiente, en jornada dominical, una treintena de integrantes del Grupo de Senderismo del Taller Cultural de Fuentepelayo volvió a desplazarse hasta Casla para desde allí iniciar una ruta por el río Caslilla con el fin de conocer unos paisajes de un alto valor etnobotánico. Mención especial mereció la contemplación de la enebra de Sigueruelo, una especie arbórea de un gran interés por su antigüedad y su belleza. Una actividad patrocinada por la Fundación Caja Cega y la colaboración del ayuntamiento de la villa y de Cajaviva Caja Rural.
Después de cuatro horas de marcha circular, la expedición regresó al lugar de partida. De nuevo se fijó a Casla como lugar idóneo para el almuerzo. Y de pleno acertaron los organizadores en esta elección. Algunos de los senderistas habían actuado el día anterior como componentes de la Rondalla. En el restaurante del pueblo, así como por las calles estos músicos fueron reconocidos por los vecinos y por ello se establecieron conversaciones de amistad y agradecimiento.
A última hora de la tarde los expedicionarios de la naturaleza regresaron hasta Fuentepelayo con la satisfacción de haber conseguido el objetivo de la marcha y con la agradable sorpresa de verse agasajados de nuevo por las gentes encantadoras de Casla.
