“Donde nos llevó la imaginación, donde con los ojos cerrados, se divisan infinitos campos… silencio, brisa y cordura, dan aliento a mi locura…” (Antonio Vega).
Este domingo será la X edición de ‘La Monumental’, carrera marcada en el calendario para muchos como reto y también como preparación y test de cara a la Media Maratón Ciudad de Segovia, dos de mis carreras favoritas. Ojalá pronto las vuelva a intentar.
Echando la vista atrás, recuerdo la ilusión con la que los organizadores te contaban la idea de montar una carrera por los monumentos de la ciudad y que no sabían si funcionaria. ¡Diez ediciones ya! Felicidades y enhorabuena.
En aquellos años se organizaron días y grupos para entrenarla con gente que te acompañaba y que daba consejos a los que no teníamos ni idea de lo que era correr diez kilómetros.
Fue de mis primeras carreras: en casa, con amigos que apoyaban mi locura y recorriendo sitios que tanta paz, calma y alegrías me habían aportado en determinados momentos de mi vida: los sitios de mi recreo. Ese día llegué el último pero llegué: reto conseguido. Lejos de venirme abajo, creo que eso me animó a seguir intentándolo además de lo que me dijeron: “Aunque llegues el último, por detrás están todos los que no lo intentaron”.
Para otro día les cuento algún viaje con mis ‘maratonianos sin fronteras’ que prometen volver, o lo que algunos llevamos en el dorsal durante la carrera.
De momento mis retos siguen aparcados, pero escucho la voz de mi Pablo diciéndome: “Bobón, que la vas a liar”, y en unos meses cuenten que la liaremos, pero sobre todo sean felices.
Semper fidelis.
