La Fundación del Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla) solucionó 6.500 procedimientos y conflictos colectivos en sus 25 años de historia, con 130.000 empresas y dos millones de trabajadores, tal y como puso de manifiesto hoy la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, durante el acto de celebración del primer cuarto de siglo de historia de este servicio de mediación e intermediación, que empezó a operar el 6 de septiembre del año 2000 tras un largo proceso de firma de acuerdos entre sindicatos y patronal a finales de la década de los 90.
El Consejo Económico y Social (CES) acogió una jornada para conmemorar esta efeméride, en la que García trasladó el “compromiso” del Gobierno autonómico por mantener este servicio con una “financiación estable”, como reclamaron UGT y CCOO y CEOE, y que “actualmente cuenta con recursos suficientes y estabilidad”. Para ello, señaló que se ha dirigido a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para solicitar su participación en la financiación del servicio. “Trabajaremos en mejorar, siempre hay margen de mejora. En este momento funciona con normalidad”, destacó la consejera.
En el acto participaron también el presidente del CES, Enrique Cabero, el presidente de CEOE Castilla y León, Santiago Aparicio, los secretarios generales de CCOO y UGT en la Comunidad, Vicente Andrés y Óscar Lobo, respectivamente, y el director general de la Fundación Serla, Julio Cordero, quienes tuvieron palabras de agradecimiento a todos los trabajadores del servicio, mediadores y árbitros, que han permitido encontrar solución autónomas a los conflictos colectivos y evitar así acudir a la jurisdicción social.
Cabero dio la bienvenida a un acto de “gran satisfacción” por conmemorar el 25 aniversario del funcionamiento del Serla, fruto, dijo, de una reforma del Estatuto de los Trabajadores del año 1994. En este sentido, subrayó que el CES, la institución que preside, ha elaborado diversos informes sobre este procedimiento, que “se basa en la autonomía colectiva de las relaciones laborales y que ha dado muy buenos resultados”.
Por su parte, García ensalzó la “capacidad negociadora de la Comunidad, ese talante negociador, espíritu concertador de los distintos agentes”, que ha permitido alcanzar acuerdos entre la Junta, sindicatos y empresarios. En concreto, el Serla ha supuesto la resolución “de forma previa y evitando conflictos en los tribunales”.
Igualmente, sostuvo que el Serla “se incardina en ese espíritu negociador de la Comunidad” y celebró la resolución de conflictos que se lleva a cabo a través de mediadores, conciliadores y árbitros, que “han evitado tantos conflictos, que suponen beneficios para empresas y trabajadores”.
Además de los procedimientos colectivos que se llevan a cabo en toda la Comunidad, Leticia García destacó los de tipo individual que, por el momento, se desarrollan solo en la provincia de Valladolid, con 31.000 expedientes dentro del Serla, “cifras que demuestran el trabajo tan importante en favor de la concertación”. Al respecto, Vicente Andrés, Óscar Lobo y Santiago Aparicio exigieron a la consejera la extensión de este servicio para la solución de conflictos individuales al resto de las ocho provincias. En todo caso, García consideró que “hoy es un buen día para poner de manifiesto el trabajo que la Junta muestra con el Serla, sobre el que mantiene el apoyo y compromiso, ratificado de nuevo para celebrar esos 25 años del organismo”, motivo por el que felicitó a su director general, Julio Cordero, por el “trabajo incansable” de estos años.
Nueva ubicación
Además, recordó que el Gobierno autonómico trabaja en una ubicación nueva para el Serla, “prácticamente despejada en el seno del patronato”, que acogerá alguno de los edificios públicos de la Administración regional, con el fin de “buscar la eficiencia”. “El mejor lugar para prestar este servicio público son edificios públicos de la Junta”, sentenció la consejera.
Por último, García no profundizó en las críticas de los sindicatos y la patronal por la posición del anterior equipo de la Consejería, dirigido por Mariano Veganzones, de Vox, “en el que parecía que existía un riesgo de pérdida de financiación”, algo que calificó de “puntual”, y que “fue solucionado en cuando este equipo actual se hizo cargo”. En este sentido, agradeció el esfuerzo del director general de Trabajo, José Manuel Barrios, “para que en ningún momento estuviera en riesgo el Serla”, que también amplió el contrato para el alquiler del edificio en el centro de Valladolid. “La máxima eficacia y eficiencia en la gestión del Serla regirá su futuro”, sostuvo.
Julio Cordero, por su parte, animó a la sociedad castellana y leonesa a “felicitar” a las organizaciones empresariales y sindicatos por “su esfuerzo por la concertación y diálogo, en momentos críticos también, como en la pandemia, y por convertir el Diálogo Social en una seña de identidad en Castilla y León”. “Nos alegramos de que se haya recuperado el Serla”, incidió, tras los dos primeros años de legislatura de Gobierno de coalición; y añadió que en 2026 se cumplen 30 años del acuerdo interprofesional que dio luz al nacimiento de este servicio, que cuenta con 17 organismos más, uno por comunidad autónoma, más el estatal, el Sima.
Santiago Aparicio celebró que actualmente el Serla “funciona de maravilla”, una herramienta que sindicatos y patronal se han dado “de forma bipartita para resolver los conflictos de mejor manera y evitar el juzgado”. “Son cientos los expedientes que no han tenido que recurrir a la jurisprudencia porque los hemos hecho nosotros mediando”, precisó el presidente de CEOE Castilla y León, quien ensalzó que el servicio “tiene ahora mismo estabilidad, saber hacer y facilidad para llegar a acuerdos, donde los mediadores tienen mucho que ver”, con una “labor impresionante para evitar los conflictos colectivos, y los individuales en Valladolid”.
Vicente Andrés, quien ironizó con la situación de que Mariano Veganzones trabaje en el CES, cuando “trató de dinamitar el Serla”, recordó que en estos dos últimos años el “desahucio” del servicio “estuvo a punto de producirse”, en una situación en la que “no se convocaba a los miembros del patronato, los correos no llegaban, no se pagaba la luz, tampoco las nóminas de los trabajadores ni del director, que estuvo un año sin cobrar”. “Agradezco que aguantaran ese asedio en el Serla, que estuvo a punto de caer. Ese papel, afortunadamente, se ha restituido y queda parte de su desarrollo”, comentó.
Para concluir, el secretario autonómico de UGT, Óscar Lobo, hizo hincapié en la “primera palabra” del acrónimo Serla, es decir, “servicio”, que es “público y gratuito para trabajadores y empresas, que hace una labor de mediación entre el capital y el trabajo, anticiparse al conflicto y no saturar más los juzgados de lo Social”.
