Ha pasado un mes desde que se detectó el brote de gripe aviar en una explotación de pavos en Fuenterrebollo. Fue el primer caso de contagio entre animales domésticos en España. Poco después, el 9 de febrero, saltó otro en la localidad vallisoletana de Íscar; esta vez en una explotación de gallinas ponedoras.
Desde el primer momento se adoptaron medidas drásticas para atajar la expansión del virus. Una primera decisión fue el sacrificio de los animales de las granjas afectadas directamente: casi 19.000 en Fuenterrebollo; y 130.000 en Íscar. Además se marcaron unas zonas de protección de diez kilómetros a la redonda donde se aplica la inmovilización de los animales y sus derivados para comercialización.
En toda esta zona de restricción están prohibidos los desplazamientos de aves desde o hacia esos puntos, la repoblación de aves de caza, la celebración de ferias, mercados, exposiciones y otras concentraciones de aves. Del mismo modo, hay restricciones a los desplazamientos de huevos para incubar, de consumo y de productos de carne de aves. Adicionalmente se siguen desarrollando labores de visita, censado y verificación de sintomatología clínica así como toma de muestras oficiales en las explotaciones avícolas.
Tan solo se permite la salida de animales cuando tengan como destino el matadero, y previa supervisión de que no hayan contraído el virus de la gripe.
Esta cuarentena concluye el próximo 1 de marzo, siempre que no aparezca ningún brote nuevo, detallan desde la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta.
Gestión correcta
Al parecer, tal como van las cosas se están haciendo bien aquí. En otras zonas, como Andalucía, se viene registrando una importante expansión de brotes que ha conllevado ya el sacrificio de cerca de 300.000 aves.
Las explotaciones afectadas en esta comunidad se elevan a nueve. El primero se notificó en la provincia de Huelva, y después se confirmaron tres más en los municipios sevillanos de Gilena y El Viso del Alcor y en Niebla (Huelva). El de Niebla afecta a una explotación de pavos de 32.500 aves, mientras que el de Gilena es una explotación de reproductoras de huevos para incubar con un censo de 16.000 aves y en El Viso del Alcor está afectada una finca con 600 aves de corral camperas. En el caso de Gilena se ha procedido a la inmovilización preventiva de la incubadora destinataria de los huevos que esta granja produce y en el de El Viso se corresponde con una zona ya restringida de los focos de Carmona.
Con estos últimos casos, el total de sacrificios por cuestiones sanitarias supera las 350.000 aves en granjas de España debido a los diversos focos de gripe aviar detectados.
A pesar de que la cifra de animales sacrificados pueda parecer elevada, hay que ponerla en el contexto del sector español que cuenta con 47,1 millones de gallinas ponedoras (según datos del año 2020), y unos sacrificios anuales que rondan los 800 millones de aves para carne (año 2020), según los datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
El Ministerio ha informado de que se han venido detectando brotes de la enfermedad en aves silvestres. En este caso, son ya catorce los focos contabilizados, que se reparten por las provincias de Girona, Lérida, Ávila, Palencia, Huelva, Sevilla y Cádiz. Eso significa que, hasta ahora, la enfermedad se había detectado en las comunidades de Castilla y León, Cataluña y Andalucía. Pero precisamente este pasado martes se ha notificado el primer positivo en la Comunidad de Madrid. Se trata de un ánade friso silvestre en la localidad de Pedrezuela, a 42 kilómetros al norte de la capital.
