El San Cristóbal continúa con paso firme en la Segunda División B y este pasado fin de semana logró una nueva y sufrida victoria ante el Sala Quinto por 5-4 que permite al conjunto segoviano situarse en lo más alto de la clasificación del Grupo II, siendo el único equipo que ha logrado pleno de victorias en lo que va de temporada.
El encuentro no comenzó bien para los de Diego Gacimartín. El Sala Quinto planteó un partido muy serio desde el inicio, con una defensa en media pista y un juego directo que hizo mucho daño al San Cristóbal en las transiciones. Fruto de esa estrategia, el conjunto visitante logró ponerse rápidamente con un 0-2 en el marcador, lo que obligó al equipo segoviano a reaccionar.
A medida que pasaban los minutos, el San Cristóbal fue asentándose en el partido y logró igualar el resultado gracias a los goles de Juan y Edu. Sin embargo, antes del descanso, un nuevo tanto del Sala Quinto volvió a poner a los visitantes por delante, dejando el marcador en 2-3 al término de la primera mitad.
Tras el paso por vestuarios, el San Cristóbal mostró una mejor versión, más reconocible. Con mayor presencia ofensiva y una circulación más fluida, los segovianos lograron darle la vuelta al partido. Samu empató el encuentro y, poco después, Edu firmó su segundo gol de la tarde para establecer el 4-3. A partir de ese momento, el Sala Quinto arriesgó con portero-jugador en busca del empate, pero un robo de balón por parte de Pablo permitió al San Cristóbal poner el 5-3.
El final del partido estuvo marcado por la polémica. El Sala Quinto dispuso de dos penaltis casi consecutivos: el primero fue detenido de forma brillante por Alberto, pero el segundo acabó en gol, reduciendo la diferencia a 5-4. Apenas unos instantes después, el San Cristóbal sufrió la expulsión de Daniel tras una discutida decisión arbitral. Ya en la recta final y, en inferioridad numérica, el San Cristóbal hizo gala de un esfuerzo defensivo colectivo encomiable y logró cerrar el resultado hasta certificar una nueva victoria con la que mantener su condición de invicto.
