—Usted fue la primera mujer en ser alcaldesa de La Lastrilla y lo consiguió muy joven. ¿De dónde viene su vocación política?
—Siempre he tenido vocación de servicio. Participé en el consejo escolar en el instituto, en asociaciones vecinales y en actividades de la parroquia. Siempre he tenido el impulso en participar y en mejorar las cosas en lo posible. Estudié Derecho, lo que me dio una base jurídica para dedicarme a la gestión pública.
—Lleva casi cuatro años como alcaldesa. ¿Qué balance hace?
—En este tiempo la política ha evolucionado mucho. Yo intento continuar con los pilares fundamentales de nuestra forma de actuar, pero también queremos modernizarnos cada día. Lo que tratamos es mejorar las infraestructuras, los servicios de los ciudadanos y hacerles más cómodo el día a día.
—¿Qué es lo peor de la labor de gobierno?
—Lo más difícil es tomar decisiones que no siempre gustan a todos, que son contrarias a los intereses subjetivos de algunos vecinos, pero hay que pensar en el interés general.
—¿Y lo mejor?
—Todo. El día a día. Me encanta mi trabajo, sobre todo el poder ayudar, el poder gestionar los recursos y decidir mejorar algo, hacer una nueva instalación, hacer más accesible este lugar… la capacidad de cambiar las cosas a mejor. Y me encanta la gente cuando te saluda, cuando te sonríe por la calle… Estamos aquí para intentar mejorar las cosas, y hacerlo de la mejor manera posible. Lo mejor es el trato con los vecinos y ver cómo los proyectos que impulsas mejoran su día a día.
—Si pudiera solucionar un problema de forma inmediata, ¿cuál sería?
—Renovar la tubería general, que es antigua, tiene cuatro kilómetros y provoca cortes de agua que afectan a los vecinos. Estamos trabajando para conseguir los recursos necesarios, y espero que el problema esté resuelto antes de que acabe la legislatura.
—¿Qué problemas afectan más a los jóvenes en La Lastrilla?
— Principalmente el acceso a la vivienda, lo que dificulta su emancipación. No tenemos suelo y esto complica mucho las cosas. Es un problema en el que tenemos poco margen de actuación. En el aspecto laboral no me quejo, somos un pueblo con mucha industria y hay trabajo.
—¿Qué proyectos tiene previstos para esta legislatura?
—Vamos a acometer algunas mejoras en instalaciones deportivas, construir una pista de skate, una cancha 3×3 y mejorar la accesibilidad en las instalaciones existentes. También vamos a mejorar el transporte y otros servicios básicos.

—¿Son suficientes los servicios para las personas mayores?
—Dentro de nuestras competencias en el Ayuntamiento escuchamos sus necesidades y ofrecemos recursos de envejecimiento activo y prevención de la dependencia con actividades de memoria, manualidades, informática o gimnasia. También cuentan con el centro cultural para su ocio y encuentro. Los mayores son muy importantes, en ellos están las fuentes de las tradiciones que ahora festejamos.
—¿Se presentará a las próximas elecciones de 2027?
—Me gustaría, aunque es hablar a largo plazo. Mi intención es continuar con el proyecto.
—¿Cómo le gustaría dejar La Lastrilla al final de su mandato?
—Con más de 5.000 habitantes, más cercana, con mejores instalaciones y mejor calidad de vida para que sea un lugar donde merezca la pena vivir.
—¿Qué novedades habrá en las fiestas de este año?
—Son unas fiestas muy esperadas. Hemos mantenido lo que funcionó el año pasado e incluido más actividades: gastronómicas, musicales, culturales… Cada noche habrá una actuación. Habrá propuestas para todas las edades, desde actividades para niños hasta campeonatos de tute o mus para los mayores y los no tan mayores, que la mezcla enriquece.
—Haga un llamamiento a los vecinos y visitantes.
— Llegan días para reunirnos, disfrutar y fortalecer la convivencia. Las peñas, los mozos y mozas, los trabajadores municipales, la comisión de fiestas, los comerciantes y empresarios… todos han puesto su granito de arena para que las fiestas sean inolvidables. Quien quiera acercarse a disfrutar con nosotros de las fiestas será bienvenido, y tenemos un montón de actividades para cualquier rato que se pase aquí sea un buen momento.
