La Ganadería ‘El Raso de Portillo’ de Valladolid fue reconocida con el Premio Castilla y León de Tauromaquia, en su edición correspondiente a 2024.
El jurado ha acordado, por unanimidad, concederle este galardón “por sus raíces históricas, que se remontan a la Baja Edad Media, por lo que es considerada una de las ganaderías bravas más antiguas de España y la única que contó con el privilegio de abrir plaza en los festejos reales”. “‘El Raso de Portillo’ es fiel y vivo reflejo de la más antigua tradición taurina de Castilla y León”, informa la Junta.
El jurado destacó “la característica casta y bravura de su ganado, que brilla cada año en plazas de acreditada categoría, destacando su cartel en Francia”.
Se valora, asimismo, “su contribución a la promoción de la cultura del toro, en especial el conocimiento del ganado en su entorno natural, y el interés por la tauromaquia, a través de iniciativas como su bolsín taurino anual para jóvenes promesas del toreo y sus programas de actividades para asociaciones de aficionados, clubs taurinos y particulares, tanto españoles como extranjeros”.
Por último, se ha considerado “su relevante papel en la preservación del espacio protegido de Salgüeros de Aldeamayor, formado por humedales y pinares en el entorno de los ríos Duero y Cega. Gracias a esta ganadería, se dan a conocer en toda España los pueblos vallisoletanos de Boecillo, Aldeamayor de San Martín y La Pedraja de Portillo, por cuyos términos se extiende la finca de ‘El Raso de Portillo’.
El jurado, cuyo nombramiento se realiza por el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, estuvo integrado por Pedro Gutiérrez Moya, ‘El Niño de la Capea’, torero y ganadero, que obtuvo el Premio en 2022; la cirujana taurina, premiada con este galardón en 2023, Marta Pérez López; la alcaldesa del Ayuntamiento de Fuentes de Oñoro (Salamanca), Laura Vicente Torréns; el crítico taurino Fernando Fernández Román; la profesora de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de León, Encarnación Martín López, y Jesús Ignacio Sanz, que ha ejercido las funciones de secretario.
“Un sector muy complicado”
Íñigo Gamazo, que junto a su hermano Mauricio, dirige ‘El Raso de Portillo’, asegura que su su actividad requiere “mucho trabajo, sacrificio y esfuerzo” en un momento en el que los gastos han aumentado. “El que mantiene una ganadería lo hace por tradición o afición, no por que sea un negocio. Eso sólo lo hacen unos pocos”.
Como representante de la familia Gamazo, señaló que están “muy contentos” y “agradecidos” con el galardón por lo que valoraron el reconocimiento otorgado por la Junta de Castilla y León. Además, destacó que el Premio pone en valor su actividad en un sector “muy complicado”, porque señaló el 90 por ciento de su ganadería se dedica al toro de lidia.
La ganadería ‘El Raso de Portillo’ vende sus reses de lidia no sólo en España, sino también en Francia, y mantiene el ecosistema de una zona de humedales y pinares en el entorno de los ríos Duero y Cega, que conforma el espacio protegido de Salgüeros de Aldeamayor (Valladolid). “Todo eso se conserva así gracias al toro, si no fuera por él, nada sería igual”, afirmó Íñigo Gamazo, quien recordó que además de él y su hermano, otras dos personas trabajan con ellos.
La familia Gamazo dirige desde 1880 esta ganadería de reses bravas cuyas raíces históricas se remontan a la Baja Edad Media, por lo que es considerada una de las más antiguas de España. Desde hace 150 años esta saga familiar es la propietaria de ‘El Raso de Portillo’, de la que desde 2014 se encargan los hermanos Íñigo y Mauricio, tras la muerte de su padre. Su idea es que sus descendientes sigan con ella “todo el tiempo que sea posible”, pero reconocen que para eso tiene que ser viable en lo económico.
