La pasada semana, concretamente el día 23, se celebraron en nuestra ciudad actos coincidentes por la fiesta del Día de la Comunidad y del Día del Libro, conmemoración y homenaje a Miguel de Cervantes, autor del “Quijote”, del que dicen que, junto a la Biblia, es el libro más editado en todo el mundo, y en infinidad de idiomas.
Quien se anime a leerlo por vez primera es posible que “se asuste” ante el número de páginas de cualquiera de sus ediciones, pero lo cierto es que una vez iniciada la lectura de “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”, el texto “engancha” inmediatamente al lector, que pasa a seguir deleitándose con el contenido de la obra.
Mientras en la Plaza Mayor los puestos de libros ofrecían un buen número, y con firmas de sus autores algunos (bajo el olor de una gran paella) la Calle Real ofrecía un impresionante “tapón” a la altura de la plaza de Medina del Campo, dado que se conmemoraba allí el Día de la Comunidad y al tiempo, incomprensiblemente, se hacía discurrir por el lugar una carrera pedestre que muy bien pudo desviarse por los alrededores, evitando así la aglomeración de público a la que contribuía los cientos de personas que se acercaron a las casetas oferentes de unas apetitosas viandas, mientras también una actuación musical sobresalía entre la multitud.
Son incontables las ediciones de la obra cervantina realizadas en todo el mundo; en mi biblioteca tengo varias debidas a la Real Academia Española en el IV Centenario, otra en el mismo año de Espasa realizada para Caja Segovia, junto a la de 1967 de la misma editorial, como asimismo la de Editorial Planeta con dibujos del gran Antonio Mingote, en edición de Martín de Riquer y un prólogo del Rey Don Juan Carlos I.
Pero cuento, asimismo, con una muy especial edición, en dos tomos, promovida por Isabel Fernández, fundadora y propietaria de La Casa de la Torre, en El Toboso, lugar de Dulcinea. Isabel, entusiasta de Cervantes y su obra, ha organizado, durante años, sesiones informativas, conferencias, conciertos musicales…en su Casa, adonde han acudido cientos de personas de muy diferentes países. Cuando concibió la idea de escribir “El Quijote” a mano, de allí salieron cientos de cartas solicitando la colaboración. Y consiguió la de 126 personas que lo escribieron, capítulo por capítulo, en 67 idiomas y dialectos, por lo que Ediciones AACHE, de Guadalajara, pudo imprimir el libro en dos tomos tamaño 21×30, en 2016. (Pesan 7 kilos entre los dos). Se tiraron 300 ejemplares numerados para los colaboradores y diversas bibliotecas españolas y extranjeras. Tuve la satisfacción de participar en la “aventura” (como creo haber contado alguna vez anterior) con la escritura del capítulo XXIV de la segunda parte, que me ocupó once páginas.
El libro lleva un prólogo del Premio Nobel portugués José Saramago, seguido de una presentación de la promotora, Isabel Fernández; salutación del presidente de honor de la Asociación de Cervantistas y un preámbulo del filólogo y cervantista Alberto Blecua.
Aunque “El Quijote” es la obra “dominante” en la producción literaria de Cervantes, hay que tener en cuenta la enorme cantidad de títulos entre novelas, teatro y poesía, lo que demuestra su excepcional capacidad intelectual, creativa y su habilidad para la escritura durante años.
No es posible, pues, incluir aquí ni siquiera una mínima parte de su gigantesca obra, aunque, como una “representación” de la misma menciono los dos tomos de “La Galatea”, con una especialísima y artística encuadernación, teniendo en cuenta su fecha de edición, 1.863, en la imprenta de Rivadeneira, de Madrid; pertenece a una colección de sus obras completas. Se dedica a D. Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza, y se imprimieron 310 ejemplares numerados. El tomo primero incluye cuatro libros de la obra y en el tomo segundo van los textos de los otros dos. En este volumen se recogen también otros muy extensos trabajos de Cervantes con la “Relación de lo sucedido en la ciudad de Valladolid desde el punto del felicísimo nacimiento del Príncipe Don Felipe Dominico Víctor, nuestro señor”, y otros textos sobre festejos en San Juan de Alfarache. Finalmente, unas notas biográficas de los poetas elogiados por Cervantes en “El canto de Calíope”.
En cuanto a biografías de Don Miguel y estudios sobre su amplísima obra, el lector puede encontrar en cualquiera de nuestras estupendas y bien surtidas librerías numerosos títulos firmados por expertos cervantistas.
Termino con alusión a un curioso álbum “Recuerdo del centenario del Quijote”, de mayo de 1.905, con reproducciones, en blanco y negro, de cuadros de notables pintores sobre el Quijote existentes en aquel año en el Museo del Prado, coleccionados por el artista Federico Castellón y Codorníu.
