El Premio Internacional de Poesía ‘Jaime Gil de Biedma’ de la Diputación de Segovia ya tiene doce poemarios finalistas de la trigésima quinta edición, entre los que un tercio opta al Premio Joven. “Los libros han sido elegidos por su potencia expresiva, su originalidad y el equilibrio entre riesgo estético y profundidad temática”, afirmó la coordinadora del prejurado, Antonia de Isabel Estrada.
Tras leer un total de 1.028 libros llegados de 31 países de distintas partes del mundo, desde España hasta Colombia o México, pasando por Alemania, Francia, Grecia, Marruecos, Rumanía o Suiza, el prejurado determinó que los títulos aspirantes al Premio deben ser ‘En tierras ajenas’, ‘Las edades del astro’, ‘Orfebrería’, ‘Conatus’, ‘La casa del jazmín’, ‘Comedia de hartazgo’, ‘Examen de nacionalidad’, ‘Las ganas de comer Oreo’, ‘Coda’, ‘Epojé’, ‘Revelaciones’ y ‘Getsemaní’.
Para De Isabel Estrada, esta nueva convocatoria del galardón “ha sido especialmente fértil, con una notable presencia de obras que exploran lenguajes diversos, sin perder solidez ni coherencia poética” y, reconociendo que la cifra de obras recibidas no sólo “impresiona por el volumen, sino por la calidad y diversidad de voces que ha puesto sobre la mesa”, aseguró que en todos los poemarios seleccionados “ha destacado la riqueza de enfoques poéticos”.
Dotación de premios
Esta edición, además, será especial, ya que la Diputación decidió, no sólo incrementar las cuantías, sino también crear, en sustitución del accésit, el Premio Joven, por lo que, mientras el ganador del galardón absoluto recibirá 12.000 euros, el vencedor de aquel destinado a poetas de hasta 30 años obtendrá 5.000 euros. «La aportación de estos jóvenes ha sido sorprendente; hemos aprendido mucho sobre los jóvenes que hacen hoy poesía y hemos vuelto a ver que hay tendencias y escuelas diversas”, apuntaron desde la institución provincial.
Además, recordando que el ganador del Premio absoluto podría ser uno de los cuatro poetas jóvenes finalistas, añadieron que éstos alcanzaron en sus escritos «una frescura, muchas veces iconoclasta, y una osadía a la que el poeta veterano no se atreve”.
Finalmente, tanto el vicepresidente de la Diputación, José María Bravo, como los coordinadores del Premio coincidieron en asegurar que el galardón “se afianza en su hospitalidad a todas las tendencias estéticas”. “Cada vez hay más premios muy orientados estéticamente y a nosotros nos interesa que el Gil de Biedma sea la casa común de todas las tendencias estéticas, donde se valore la poesía por su calidad, por sus cualidades y por su excelencia”, matizaron los miembros del prejurado, quienes el próximo día 30 de mayo, darán a conocer la decisión final y el título del sucesor de ‘Caídas’, de Santiago Alba, en el palmarés del Premio.
