En las pasadas elecciones del 23 de junio el Partido Popular consiguió 137 escaños, seguido por el PSOE con 121 escaños. El peor escenario posible. El PP no consigue obtener la mayoría necesaria aunque cuente con el apoyo de Vox, mientras que el PSOE ha empezado a buscar los oportunos apoyos. El apoyo de los nacionalistas catalanas podría estar condicionado a la condonación de la deuda de Cataluña con el Estado. Esta deuda está cifrada en cerca de 72.000 millones de euros y representa el 40% de la deuda total de las Comunidades Autónomas, cifrada en 187.000 millones de euros (la deuda con el Fondo de Liquidez). Una tremenda injusticia, si se piensa en una condonación general, cuando por ejemplo la Comunidad de Madrid no tiene este tipo de deuda y la deuda de Castilla y León solamente representa el 1% del total. Mientras que si se piensa en una condonación específica para Cataluña, también supondría un trato discriminatorio respecto del resto de Comunidades.
Por ello, creo que la solución será más sutil y vendrá de la modificación del sistema de financiación de las Comunidades Autónomas. Las pretensiones de Carles Puigdemont y su grupo Junts es buscar una fórmula encubierta para que se condone esa deuda y además implique la reforma del Estatuto, de forma que se asegure a Cataluña 20.000 millones de euros adicionales, lo que supondría una carga económica y fiscal insostenible a los contribuyentes del resto de España.
El coste financiero de la investidura está por las nubes, pero todo se andará, y de nuevo el principio constitucional de solidaridad interregional quedará en el olvido. Más dinero para Cataluña, el País Vasco ya lo tiene concedido con la renovación del cupo la pasada legislatura, más inversiones para aquella Comunidad y que afiance los desequilibrios territoriales de nuestro país, mientras que se aquí se agudiza la despoblación del agro segoviano y las malas cosechas, sin que el Gobierno establezca una línea de ayudas eficaz para los agricultores y ganaderos. Creo que los Segovianos pecamos de ingenuos, pensando que el Estado actúa de forma equitativa, cuando históricamente lo que prima es el apoyo a las regiones ricas y más desarrolladas. Por ello, deberíamos salir del entuerto permanente, derecha e izquierda, y buscar soluciones reales a los problemas que atenazan a la provincia de Segovia.
