El Balonmano Nava está mostrando una regularidad notable en el regreso a la Asobal, sobre todo cuando está arropado por su gente. Lo importante son los puntos y no tanto la manera de conseguirlos, aunque convendría no subirse al alambre con frecuencia, porque los finales apretados pueden caer para cualquier lado, y la dinámica favorable se torna en puñetera sin que haya motivos de peso que lo sustenten.
La mayor parte del botín de los naveros lo han amarrado en su pista, y solo puede cuestionarse el empate ante Cangas, porque el Barça sigue jugando otra liga. Esos tres puntos se recuperaron en Benidorm y León, dos canchas realmente complicadas.
La victoria como visitante es trascendente porque, pensando en el segundo giro al calendario, van a pasar por La Nava: Irún, Granollers o Logroño, que parece están un peldaño por encima, y hay que compensar esos puntos en canchas de rivales que ya visitaron el Guerrer@s Naver@s, sobre todo los de la parte baja. Si la plantilla pudo sacar adelante el partido en Benidorm, debe hacerlo en más sitios.
El año en que se bajó a Plata, la primera vuelta fue muy buena y el equipo colapsó en la segunda por las lesiones y la falta de confianza. Los equipos que parecen desahuciados ahora fichan y empiezan a sumar, y lo que antes era un colchón de plumas con respecto al descenso puede convertirse en la cama de un faquir con el paso de las semanas. Cuidado
Álvaro Senovilla es un entrenador que ha demostrado ser muy capaz en lo táctico y que mantiene la motivación de sus jugadores en cualquier tipo de circunstancia. Por ahí podemos estar tranquilos.
