El Viveros Herol Nava cosechó la derrota más abultada de la temporada al caer en Huesca por 35-28, víctima de una ‘pájara’ mortal en los primeros minutos del segundo tiempo que propiciaron un parcial de 9-1 que acabó con el partido.
Como es norma habitual en los partidos fuera de casa, mal que le pese al cuerpo técnico que siempre incide en los buenos inicios, el comienzo el partido del conjunto segoviano fue manifiestamente mejorable. Estrellándose con el centro de la defensa oscense, y en última instancia con Leo Tercariol, y sumando de nuevo pases erróneos en varios de sus ataques, el Balonmano Nava no se lo puso demasiado difícil a un Bada Huesca que comenzó a bombardear la meta segoviana desde los nueve metros.
Los cuatro goles de renta con los que se puso el equipo local en el séptimo minuto de encuentro obligó a Álvaro Senovilla a pedir tiempo muerto para recordar a sus jugadores el plan de partido, que pasaba por buscar las penetraciones por el centro en ataque.

EL ESPEJISMO

Un parcial de 0-2 metió de nuevo al equipo visitante en el encuentro, y aunque una doble exclusión de Prokop y Dorado parecía meterle en problemas, un par de malas decisiones de los locales que esa doble inferioridad se saldara con un gran 0-1 para los segovianos, a los que les tocó hacer otro esfuerzo extra en defensa por la exclusión de Soljic. Pero Luis de Vega echó el candado en su portería, y Huesca comenzó a sumar demasiados minutos sin marcar, recibiendo un parcial de 0-4.
Ni oscenses ni naveros eran capaces de aprovechar las superioridades numéricas, y el partido se adentró entonces en un terreno farragoso, con ataques largos y porteros muy acertados pero sin apenas opciones de enlazar contragolpes. Nava corrió un par de ellos en dos robos en primera línea y gracias a ello logró ponerse por delante en el electrónico, pero la segunda exclusión para Soljic hizo variar de nuevo el signo del marcador, además de condicionar la defensa segoviana para el resto del encuentro.

Unos minutos de menos concentración visitante en el ataque volvieron a poner al Bada Huesca con varios goles de distancia, aprovechando la suma de errores no forzados de los naveros, demasiado imprecisos en sus pases aunque logrando sujetarse en el electrónico que al descanso señaló un 17-15 para el conjunto local.
No reinició el partido de la mejor manera posible el Viveros Herol Nava, que en un abrir y cerrar de pérdidas de balón volvió a situarse cuatro goles por debajo, demasiado hundido en defensa permitiendo goles desde los nueve metros, y ofensivamente estrellándose de nuevo con Leo Tercariol.

UN POZO SIN FONDO

El 22-16 amenazaba con sacar definitivamente del partido a los naveros, que solo tenían la buena noticia de que quedaban 25 minutos para el final del partido. Pero había que hacer muchas cosas bien para volver a entrar en el partido, entre otras cosas perder menos balones y mejorar en la calidad de los lanzamientos, amén de elevar el nivel defensivo ante ‘bombarderos’ como el cubano José Floris.
Pero nada de ello se vio, y cuando Huesca endosó un parcial de 2-0 con un jugador menos, Álvaro Senovilla paró el partido buscando una reacción que parecía no producirse, y que tampoco llegó con el campo a defensa 5:1 con Vila de avanzado, y posteriormente con la defensa más abierta en busca del robo de balón.
Un solo gol marcó el Nava en los primeros doce minutos de la reanudación, por lo que el 27-17 con el que se llegó al ecuador del segundo tiempo apuntaba a que los segovianos iban a sufrir una fuerte derrota.

El equipo segoviano sólo fue competitivo en el ecuador de la primera parte, cuando endosó un parcial de 0-4 que le puso
por delante en el marcador. Pero las pérdidas en ataque fueron una condena

Quiso Patotski evitar el sonrojo elevando su porcentaje de paradas, y aunque el equipo siguió mostrándose irregular, alternando pérdidas con acciones meritorias en ataque, la diferencia se estabilizó en los ocho goles, con un Bada Huesca muy tranquilo sobre la pista, sabiendo que el trabajo ya estaba hecho y apoyándose en su pivote ante la defensa abierta de los visitantes.
El intercambio de goles elevó el ritmo de partido lo justo para que el Bada Huesca se saliera un poco de ‘punto’ y Nava pudiera reducir las diferencias hasta distancias algo más razonables. Los locales se salieron tanto del partido que a cuatro minutos para el final una contra anotada por Dani Pérez elevó el 32-28 y bola posterior para los naveros, pero de nuevo llegaron los fallos en ataque y las paradas de Tercariol para cerrar el partido.
La conclusión que el Viveros Herol Nava sacó del duelo es muy clara: Los errores propios y los aciertos ajenos propiciaron una justa derrota en el Palacio de los Deportes de Huesca. Ya que no se pueden evitar los ajenos, habrá que trabajar de firme para reducir los propios.