En la actualidad, la opinión pública española está sensibilizada por la necesidad de promover medidas eficientes que permitan la creación de empleo y riqueza, para mejorar el nivel de vida de los ciudadanos. La necesidad de crear empleo, fomentar las inversiones, aumentar la productividad, aplicar las nuevas tecnologías y estimular el crecimiento económico, son objetivos que se encuentran en las páginas económicas en cualquier diario escrito. También la mayoría de los programas de los partidos políticos incluyen reformas tendentes a eliminar los obstáculos para el crecimiento de la economía y el empleo, dada la significación del sector privado como motor de la economía española. Lo que exige un mejor conocimiento del papel que los empresarios y las empresas en la economía, y de la necesidad de que aumente su número en el futuro.
Los cambios económicos derivados de los avances técnicos, el proceso de globalización económica y de la aplicación generalizada de las tecnologías de la información, han introducido nuevos retos en el mundo empresarial, generando nuevas oportunidades al mismo tiempo, que revalorizan el papel del empresario.
El empresario es la figura central en una economía de mercado, al coordinar la producción y buscar en la innovación la competitividad de la empresa, contribuyendo así al desarrollo de un país. El empresario asume la capacidad de crear, mediante la innovación y la aplicación de las nuevas técnicas en las actividades de las empresas, los fundamentos del desarrollo económico de un país. Al mismo tiempo que es capaz de dar una respuesta positiva a las oportunidades económicas.
La estructura empresarial de la provincia de Segovia es clara. Contaba en 2024 con 10.432 empresas, de las cuales 6.524 tenían la consideración de trabajadores autónomos (62,5% del total de empresas), 2.721 sociedades de responsabilidad limitada (26% del total), y solamente 48 cooperativas. Al mismo tiempo que de aquel total de 10.432 empresas, la cifra de 5.497 empresas segovianas no tenían trabajadores (52,7% del total de empresas), había 3.058 empresas que tenían uno o dos trabajadores (29,3% del total), y 1.030 empresas entre 3 y 5 trabajadores (9,9%), mientras que solamente había 8 empresas con más de 250 trabajadores, muestra de la atomización de esa estructura empresarial.
Con este marco, corresponde a los empresarios segovianos la percepción de nuevas oportunidades en el mercado para emprender actividades productivas relevantes, lo que constituye un factor clave en la creación de nuevas empresas que movilizarían los factores de producción y empleo y contribuirían a la creación de riqueza.
La producción de energía eléctrica de origen fotovoltaico, de biogás e hidrógeno verde son nuevas actividades que pueden contribuir al desarrollo provincial. Junto con la transformación de la producción agrícola y ganadera provincial, la industria agroalimentaria, que tiene una evidente proyección de futuro en nuestra provincia. Los nuevos polígonos industriales en Abades y Bernuy de Porreros, junto con el proyectado Prado del Hoyo, pueden facilitar esos objetivos. Una proyección que debe ir acompañada por la correspondiente información que se transmite en las etapas educativas en relación con el papel desempeñado por los empresarios en la economía, lo que influye en la escala de valores de una sociedad y en la formación de una cultura empresarial que estimule la acción de aquellos ciudadanos que crean riqueza.
Por otra parte, resulta indispensable un adecuado marco legal y clima empresarial, una seguridad jurídica, y una amplia y mutua colaboración entre las empresas y los centros de investigación y las universidades. Al mismo tiempo que los viveros de empresas pueden evitar la inexperiencia en las actividades empresariales o aspectos relacionados con los fallos de organización y gestión.
El papel del empresario en la economía es un tema actual, por su contribución al desarrollo económico, por lo que las instituciones públicas han de otorgar la debida relevancia a su función en una economía de mercado, estableciendo un adecuado marco fiscal y regulatorio que garantice la inversión y la supervivencia de la empresa.
