La pequeña localidad de Sebúlcor está muy cerca de lograr la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para otro inmueble, en este caso el Palacio de los González de Sepúlveda, ubicado en el núcleo de San Miguel de Neguera. Junto al Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz, sería el segundo BIC para una localidad de 274 habitantes.
La Consejería de Cultura y Turismo ha sacado a información pública el expediente de declaración del Palacio de los González de Sepúlveda como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, por un periodo de un mes. El inmueble, de propiedad privada, se encuentra prácticamente en ruinas, apuntalado en la portada principal para evitar su caída.
Las ruinas del antiguo Palacio de los González de Sepúlveda se encuentran situadas en una de las aperturas del encañonamiento natural por el que discurre el río San Juan, afluente del Duratón, en una pequeña aldea, despoblada, llamada San Miguel de Neguera. La aldea se formó como unidad de producción en torno al palacio.
Se trata de uno de los edificios civiles más antiguos de la provincia de Segovia y pertenece a una tipología de palacios situados fuera de las villas. Su origen es medieval, de finales del siglo XV, y fue fundado por la familia González de Sepúlveda, uno de los linajes más importantes de la provincia.
El complejo señorial consta de dos edificios situados en L y una serie de cercados anejos que envuelven al edificio, produciéndose la entrada principal en una esquina interior de la mencionada L. El edificio principal del conjunto es el palacio formado por el caserón principal, construido entre finales del siglo XV y primeros del siglo XVI por los González de Sepúlveda. Se trata de un interesante y singular edificio de arquitectura gótica civil perteneciente a la tipología de palacio rural situado fuera de la villa.
Rodeando el edificio principal, que corresponde al caserón, se conservan restos de otras dependencias anejas también medievales, con delimitación de muros y algunos huecos recercados de sillería.
Su máximo interés artístico reside en la portada, construida en sillería y distribuida en los tres niveles del edificio: la planta inferior tiene una gran portada con arco de medio punto sostenido por grandes dovelas, escoltado a ambos lados por aspilleras de defensa y vigilancia; el nivel intermedio tiene una ventana geminada con dos arcos trilobulados sobre la que se coloca el escudo familiar sostenido entre las garras de un águila; el nivel superior tiene un hueco de traza más sencilla y dos aspilleras en forma de cruz similares a la de la planta inferior.
El entorno de protección definido constituye un entorno visual y ambiental inmediato, en el que cualquier intervención que se realice podría suponer una alteración en las condiciones de percepción del bien y de los valores que aconsejan su protección.
