La Comisión Territorial de Patrimonio autorizó la semana pasada el tratamiento antixilófagos, realizado el pasado martes, en la caja del órgano de la iglesia de San Eutropio de El Espinar, declarada Bien de Interés Cultural desde 1994. La propia declaración de BIC hace referencia al órgano del templo y señala que en el coro de la iglesia se muestra este valioso elemento donado por María de Prado y encargado por su hija al organero de Toledo, Jerónimo de Vargas, en 1586, según los datos de la Junta de Castilla y León.
Los trabajos efectuados se han realizado sobre las zonas de madera de la caja que no muestran acabados (caras interiores y posteriores). Para ello, la empresa Waterwood instaló un andamio y se procedió a la limpieza del polvo superficial mediante aspirado y brochas para favorecer la penetración del producto.
Asimismo, se protegieron todos los elementos que no son susceptibles de aplicación del producto como tubos o fuelle y, por último, se aplicó el producto mediante proyección o geles, dependiendo de la zona. En el equipo de trabajo estuvo compuesto por una técnico restauradora, que se considera necesario en todos los procesos previos de limpieza y protección del órgano y sus componentes.
Con la aplicación de este tratamiento, que ha tenido un coste superior a 4.000 euros financiados por las arcas de la parroquia, se pretende conseguir la eliminación de la carcoma que se estaba comiendo la madera de pino por dentro.
Según un estudio realizado por Luciano Reinoso sobre los órganos de la diócesis de Segovia, el órgano espinariego habría sido construido entre los años 1709 y 1712 por Pedro Liborna Echevarría. Este órgano, de gran valor, habría sido el tercero que alberga la Iglesia de San Eutropio, según el estudio de Reinoso.
En la actualidad, el órgano se encuentra en perfecto funcionamiento, dándole uso en momentos o fechas muy señalas y siendo tocado por un maestro organero que, además, imparte clases de este instrumento a varios vecinos de la localidad.
