No soy forofo de las corridas de toros, pero confieso que me gustan, así como el ambiente que se crea alrededor de ellas cada vez que se anuncian. En alguna ocasión anterior ya me he referido a este tema, pero ahora vuelvo sobre él a raíz de las declaraciones del empresario Manolo Lozano (bien conocido aquí en los medios taurinos), a Alejandro Martín y publicadas en este diario el pasado día 12.
Por supuesto, muchos de los contrarios a la celebración de esta fiesta tan genuina y tradicional española diferirán de sus opiniones, pero lo cierto es que resulta lamentable que por culpa de unos cuantos caprichosos, especialmente políticos, y también aquí los nuestros, se hayan dejado ‘seducir’ para desterrar, desde hace algunos años, las corridas en las Ferias y Fiestas de la ciudad, en las que estaban presentes, durante muchos años atrás, tanto el día de San Juan como el ‘grande’ de San Pedro. Bastantes lectores recordarán aquellas fechas con agrado, y la animación tan enorme que se creaba en la ciudad en torno al anuncio de las corridas, en cuyos carteles estuvieron también algunos diestros segovianos. En la provincia siempre hubo afición, por lo que 29 día de junio eran numerosos los espectadores procedentes de los pueblos.
Es muy interesante la defensa que hace el empresario de nuestra fiesta nacional, cuyos orígenes se remontan a muy anteriores períodos de tiempo, por lo que han dado motivo y ocasión para crear numerosas colecciones de libros que tratan el tema taurino, ampliamente, como reveladores de su historia.
Lozano es bien claro a la hora de relatar desde cuando la corporación municipal segoviana decidió suspender las subvenciones a las corridas de toros, dejando en las manos, y en los bolsillos de los empresarios, la posibilidad de celebrarlas en la ciudad. Y son fácilmente comprensibles las quejas del propietario de la plaza de toros segoviana, poseedora de mucha historia desde su construcción en el 1801, “cien años antes que El Adelantado de Segovia”, añade el entrevistado para remachar la antigüedad del coso, que él compró en 1969. Añade que cuando la corporación estaba bajo la responsabilidad del PP se destinaban 15 millones de subvención, que sucesivamente fueron disminuyendo con la llegada del PSOE hasta desaparecer totalmente. Agrega una opinión que no me resisto a copiar: “Hay que decir a Luquero que no se puede hacer discriminación. El presupuesto para fiestas debe ser plural y acoger los gustos de todos los vecinos, no solo los suyos. No puede discriminar a los toros del resto de festejos de las ferias.”
En nuestra ciudad hemos ido perdiendo noticia de lo que es una corrida de toros, y gracias a que en algunos pueblos siguen manteniendo la tradición, que en la ciudad solo es posible si el empresario se decide a arriesgar un dinero que no sabe si tendrá adecuada respuesta, porque la ausencia de corridas hace ‘olvidar’ la afición a ellas, y es preciso un esfuerzo, especialmente publicitario, para tratar de recuperar a los todavía muchos aficionaos que aquí existen. Recuerdo al respecto las tertulias taurinas que organizaba Pablo Pastor, por las que pasaron numerosos y destacados toreros, novilleros y empresarios. Se ponía el punto final a las reuniones entregándose al correspondiente protagonista un cuadro al óleo, con tema taurino, naturalmente, salido de los pinceles de Lope Tablada.
Ahora, por culpa de los ‘caprichosos’, se ve privado el personal taurino de los necesarios ingresos para su subsistencia y de sus familias, como asimismo sus cuadrillas y, por supuesto, los ganaderos de reses bravas y el personal dependiente de su desarrollo manteniendo un trabajo, tan necesario y que por facilitar el mismo, no “se afanan”, tanto como dicen, los políticos de turno.
P/d. En el comentario del pasado día 17 tuve una involuntaria omisión: Citar al veteranísimo (creo que va por los 29 años) Taller Municipal de Teatro, con sede en la ex iglesia de San Nicolás y con un importantísimo bagaje de actuaciones en su ya largo y fructífero historial.
