Tras casi seis meses de trabajo en el que los movimientos laicos, asociaciones, comunidades religiosas y otros grupos eclesiales de la provincia han trabajado en grupos para aportar ideas y sugerencias al proceso sinodal previo a la asamblea del Sínodo de los Obispos convocado por el papa Francisco, la diócesis dio por terminada oficialmente esta fase de trabajo con una eucaristía en la capilla del Santísimo de la Catedral, presidida por el obispo César Franco.
En su homilía, monseñor Franco quiso agradecer el trabajo de los grupos en las reuniones que ha dado lugar a la síntesis que se incorporará como aportación al documento nacional para su debate el próximo 11 de junio en la asamblea de la Conferencia Episcopal, e invitó a toda la comunidad diocesana a mantener vivo el trabajo para hacer de la Iglesia “una comunidad creíble, acogedora y renovada”.
En este sentido, recordó que esta tarea no está exenta de dificultades, porque un sínodo “no es una asamblea parlamentaria, sino una llamada a la apertura del espíritu hacia la verdad y que a través de él se puedan hacer nuevas todas las cosas”.
El obispo señaló que la Iglesia es “santa” y está llamada a la santidad, pero “mientras peregrine en el mundo, está lastrada por el pecado y la debilidad de cada uno de nosotros, por lo que no podemos hacernos ilusiones de una iglesia perfecta, porque es un don que viene de arriba”.
Tras una celebración de apertura en Roma el sábado 9 de octubre de 2021, la fase diocesana del Sínodo comenzó el domingo 17 de octubre de 2021, en la que se pide a las iglesias locales que proporcionen sus respuestas para permitir la agregación de ideas antes de la fecha límite de abril de 2022. De esta manera, las conferencias episcopales pueden, a su vez, proporcionar una síntesis del Sínodo de los obispos. Este material se sintetizará como base para la redacción de dos documentos de trabajo. Finalmente, la Asamblea del Sínodo de los Obispos se celebrará en Roma en octubre de 2023.
