El obispo de Segovia, César Franco, pidió ayer a los cristianos que alcen la voz contra la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, publicada ayer en el BOE, y que promuevan la “cultura de la vida” frente a una sociedad “que llama progreso a claros retrocesos en los derechos fundamentales del hombre”.
El prelado segoviano presidió ayer la eucaristía organizada por el Secretariado Diocesano de Familia y Vida con motivo de la Jornada Por la Vida celebrada en toda España, que tuvo lugar en la parroquia de San Lorenzo, y en la que monseñor Franco realizó una encendida defensa de la vida y la dignidad humana en su homilía.
Así, reconoció que “es verdad que hay momentos en la vida en los que una persona enferma desearía morir, pero el cuidado de esa persona no debe ser empujarla al precipicio o entrar en su dinámica de autodestrucción”, y señaló que “no podemos hablar de una muerte digna” cuando se aplica la ley de esta manera.
En este sentido, recordó las palabras del papa San Juan Pablo II al asegurar que “la fuerza de aquello que se repite termina amordazando la conciencia y debilitando nuestras convicciones”, y aseguró que “no basta con orar y confiar en Dios, sino que tenemos que luchar con la verdad y con los argumentos de la razón”.
Así, invitó a los cristianos a “protestar contra leyes que no son justas, porque nadie nos puede tapar la boca en una sociedad democrática”, así como a trabajar en la promoción de la “cultura de la vida, porque somos luz del mundo y sal de la tierra”.
“No se puede llamar derechos a lo que no son derechos, ni tratar a la persona como si fuese un objeto – afirmó Franco- porque no es compasión lo que es desentenderse de un problema social. La vida es sagrada para todos, y con esta convicción debemos trabajar en su defensa en todos los ámbitos”.
