El Adelantado de Segovia
sábado, 27 diciembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

El músculo más fuerte, la voluntad

El segoviano Óscar González no permitió que un accidente cuando era leñador que le condenó a una silla de ruedas mermara su vida y a base de sacrificio ahora está entre los mejores del mundo en culturismo adaptado

por MARCO A RODRÍGUEZ
27 de diciembre de 2025
El culturista segoviano Óscar González.

El culturista segoviano Óscar González.

Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

La Strauss European Orchestra protagoniza los Conciertos de Año Nuevo de Segovia

Segovia será anfitriona del Congreso Nacional de Turismo Rural 2026

Visto bueno a la participación efectiva del Ayuntamiento en la sociedad Segovia Intermodal

El cuerpo humano tiene más de 600 músculos. El cerebro, no lo es por su tejido nervioso, pero coloquialmente se le otorga esa condición, porque, cuanto más se entrene, mejor funcionará. Esos músculos, conducidos por una voluntad de hierro, pueden obrar incluso lo que para muchos entraría en el terreno de lo milagroso, ya sean muy visibles -como en el caso del protagonista de esta historia-, o apenas imperceptibles. Dictada por su cerebro, a esa voluntad se ha aferrado el segoviano Óscar González para superar el trance de verse conminado a una silla de ruedas cuando apenas tenía 20 años y trabajaba como leñador convirtiéndose en mucho más que un deportista discapacitado, siendo octavo del mundo en una disciplina tan dura e inhóspita como el culturismo.

Tan inaccesible que fue el único español en participar en el ‘Mister Olympia’ de Las Vegas, que suele celebrarse casi a mediados de octubre en la mal denominada ‘ciudad del pecado’, una especie de cúspide de todos aquellos que se dedican al culturismo en sus diferentes modalidades. Óscar, el primer español en obtener la tarjeta de profesional en nuestro país y durante mucho tiempo el único hasta que el pasado mes se sumó un compatriota, finalizó esta primera experiencia en el octavo puesto y, como señala, con ganas de intentarlo otra vez. Solo el hecho de entrar en una convocatoria tan elitista, ser parte de los mejores del planeta, ya es un enorme éxito, con independencia del resultado. “Fue una experiencia espectacular. Es un campeonato al que cualquier culturista profesional quiere llegar porque es el sumun. Es un sueño porque no todos los deportistas lo consiguen. Es la Meca. Todos queremos pisar ese escenario. Como yo era el único español con tarjeta profesional, puedo decir que he sido el primer español que compite en el Olympia en la categoría de silla de ruedas, dos logros no esperados pero que al final se han dado. El culturismo no es un gran conocido, pero hay muchos deportistas que intentan estar allí, se dejan la vida en ello, y son pocos los que lo logran, así que ya es una victoria”, sostiene el deportista segoviano.

Ya lo había intentado antes, según recuerda. En concreto en Londres en 2023, donde fue cuarto en el Tru Athlete ISFF en su categoría de Wheelchair Pro Show, una de las competiciones que sirven como rampa de lanzamiento para el soñado cielo de Las Vegas con los elegidos. Un sistema de puntos sumados entre las distintas competiciones, además del campeón de cada cita que obtiene el pase directo, determina quién se sube a ese avión y quién se queda en tierra. Él no pudo volar por un solo y maldito punto, se lamenta. “Fue duro, pero al ser mi primera intentona ya que llevaba poco tiempo como profesional, al menos comencé a moverme en esos círculos. Después cambié mis rutinas con menos competiciones y más entrenamiento y seguí preparándome”. Al no ser de esas personas que se rinden con facilidad, siguió probando fortuna trabajando sin descanso hasta que pudo clasificarse para esta edición de 2025.

oscar 2
Óscar González, segundo para la derecha, en el Mister Olympia de Las Vegas.

Terrible accidente

Porque Óscar no es de los que tiran la toalla ante la adversidad, por dura que sea. Cuando tenía 20 años y trabajaba como leñador en la Sierra segoviana, en Valsaín, sufrió un terrible accidente, un golpe de esos que castigan cualquier existencia. Preparaba oposiciones para bombero y necesitaba ingresos para sus gastos, según comenta, así que encontró trabajo talando árboles sin conocer que su vida sufriría un mazazo de esos que la giran 180 grados. Fue aplastado por un tractor y la torpeza de quien lo manejaba con el resultado de una vértebra reventada y por ende un futuro en silla de ruedas. Lo cuenta, como dice, “con naturalidad, porque a la gente le pasan cosas en la vida. A mí y ha todo el mundo”.

“Había que pagar las facturas y me puse a trabajar como leñador. Como cualquier otro día, al final casi de jornada, estaba talando los últimos árboles. Hay unos tractores de arrastre para juntar los pinos en el camión que los transporta a la serrería. Pues en uno de esos tractores, su conductor se despistó, se salió del camino y me aplastó contra un pino y además dos veces. Primero me aplastó pero no me hizo gran cosa, pero el conductor se equivocó por segunda vez con la palanca, en vez de dar marcha atrás fue hacia delante y me remató. Hay gente torpe, qué le vamos a hacer”, rememora sobre aquel trágico suceso.
Consecuencia del accidente, una vértebra destrozada por una máquina de unas 12 toneladas, explica la víctima, que añade que pudo ser peor y que su buena condición física y fortaleza evitó algo todavía más grave. “En realidad sólo me reventó ese huesecito, pero ese huesecito me hizo quedarme en silla de ruedas”.

Como suele ocurrir en estos casos, el impacto sobre la vida y los planes de futuro de cualquier joven, quedan trastocados. Reconoce que fue muy duro pese a que “desde pequeño siempre me han enseñado a asumir las cosas como vienen. Pero el accidente fue un gran golpe. Era muy deportista y por desconocimiento pensaba que nunca más podría hacer ciertas cosas, pero luego vas saliendo, vas pensando que no todo es tan malo como parece y que al final no puedes hacer las mismas cosas, pero casi”.

Se puso manos a la obra para la recuperación de inmediato en Coslada. Tanto, dice, que en esa rehabilitación ya pidió mancuernas, cuerdas como cuando practicaba para la oposición…, simular un gimnasio y “hacer lo que hacía antes. Así salí adelante. Me puse fuerte muy pronto y eso para la vida diaria nuestra es muy importante. Te manejas el doble de bien y rápido. Para la mente también viene bien, pero yo era fuerte también en asumir lo que me había pasado y además siempre fui muy trasto y con el deporte me había roto un montón de huesos. En esta vida, lo de apenarse no te lleva a ningún lado. Pienso que voy a hacer todo lo posible para salir. Y ya está”. En ese reto el deporte le ha ayudado sobremanera, como matiza, porque le da mucha independencia.

Sus primeros pasos en el culturismo los dio cuando ya llevaba tiempo en la silla de ruedas. Él siempre fue un gran deportista y ‘carne de gimnasio’, como se suele decir, desde los 15 y 16 años. Entre sus aspiraciones estaba presentarse a una oposición a bombero y podía ayudarle. “Me gustaba mucho el mundillo del gimnasio y las pesas, pero más enfocado a ese objetivo. Luego me quedé en silla de ruedas pero enseguida continué con los hierros y las pesas sin ninguna otra intención que porque me gustaba. Durante el covid y algunas circunstancias personales abandoné un poco el deporte pero lo retomé dándole una vuelta de tuerca. Tengo un primo que siempre se ha dedicado al culturismo y me animó a que lo probase. Lo hice y desde entonces no he parado hasta hora. Como deportista, me gusta competir, y eso me llenó muchísimo”.

Confiesa que cuando le ven en los gimnasios por los que ha pasado, a la gente le llama la atención. Y cuando son conocedores de sus méritos deportivos, más todavía, porque son sabedores de lo que cuesta llegar a una cima como la del Olympia.

oscar 3

Un espejo para los demás

En el mundo de la discapacidad es recurrente la figura de aquellos que pueden ejercer como espejos en donde mirarse los demás, sobre todo quienes tienen reciente el drama de formar parte del colectivo y necesitan más apoyo en los inicios que con el paso de los años. Por las conquistas deportivas y el camino empleado de esfuerzo y férrea voluntad, es evidente que el caso de Óscar es paradigmático, y más con sus último logro planetario. Cuestionado sobre este asunto, contesta con humildad no saber “si soy un ejemplo a seguir. Hombre, todos tenemos nuestras cosillas, pero en los tiempos en los que vivimos, en los que la gente busca las cosas fáciles y rápidas, pueden pensar que sacrificarse por algo que a uno le gusta no está nada mal por la satisfacción que da después. Y que con un poquito de persistencia y dedicación se pueden conseguir muchas cosas. No al cien por cien, pero tienes más posibilidades que si no lo intentas. Ese es mi ejemplo”.

Lo que primero fue una lucha contra uno mismo fue mutando hacia un modo de competir para estar entre los mejores del mundo. “En este deporte, primero tienes que tener la recompensa de uno mismo. Está muy bien acabar en el Olympia, pero lo importante es ir mejorando cada día un poco. Que el trabajo vaya evolucionando. La mayoría no alcanza esos puestos, se pueden acercar, son unos pocos los privilegiados”.

En mente ya tiene volver a pisar la élite del Mister Olympia de 2026. En breve saldrá el calendario de competiciones del año próximo en los que sumar puntos para repetir presencia. Su intención es mejorar el resultado.

El pasado día 3 de diciembre se celebró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, un día que Óscar González espera que tenga fecha de caducidad porque la inclusión sea tal que no haya que hacer distinciones. Según datos de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, en Segovia son cerca de 8.000 las personas que tienen algún grado de discapacidad, sumando todos los tipos: física, psíquica, visual y auditiva.
El culturista segoviano valora los avances en la inclusión, pero confiesa que él ha viajado mucho y ve en otros países mejoras más significativas. “Al final soy un deportista más. Da igual que vayas en silla de ruedas o no. Parece como si nos quitaran mérito, cuando has peleado, has tenido las mismas oportunidades que los demás para conseguir tus objetivos, como un deportista más. Tampoco me gustan aquellos que se victimizan para que les resulte más fácil”. Lo dice alguien que en un triatlón en Madrid sin categorías terminó entre los 40 primeros de 300. Los otros 19 que participaban en silla de ruedas fueron los 19 últimos.

Sacrificio en pos del éxito

A sus 47 años, Óscar González suele entrenar entre 5 y 6 veces a la semana. Sesiones que se alargan, según cuenta, por los obstáculos que debe salvar, las sujeciones para realizar los ejercicios, etc. Considera esencial el descanso. “Cuando estás descansado es cuando más rindes, aunque parezca lo contrario”, asegura. Y le concede un valor extremo a la palabra sacrificio, que engloba muchas aristas. “Es un deporte muy sacrificado, que te aparta bastante de la vida social. Son comidas muy específicas, también dependiendo de la fase en la que te encuentres, si estás fuera de temporada o estás cerca de una competición porque conforme te acercas los entrenamientos y la alimentación son más radicales, todo medido al milímetro. Entrenos de dos o tres horas, comidas cada dos o tres horas, etc., y aunque quieras irte a dar una vuelta por ahí tienes que estar en casa descansando y durmiendo porque es cuando hacen efecto”.

El culturista de Segovia diferencia entre al amateurismo y el profesionalismo y se toma con naturalidad los inconvenientes que debe superar por su condición especial porque el final se considera un deportista más. “Una cosa es que te guste el culturismo y otra muy distinta dedicarte a ello, porque te cambia el tipo de entrenamiento, la alimentación es mucho más específica, va al milímetro. La alimentación la adecúas como hace cualquier otro culturista sin discapacidad, pero los entrenamientos los tienes que modificar porque tienes que entrenar más determinados ejercicios. No puedes hacerlos como una persona de a pie. Hay que buscarle las vueltas, modificar los ejercicios, cómo agarrarte para practicarlos, muchas cosas para hacerlo correctamente. Eso hace que los entrenos se alargen un poco más que los del resto, pero es lo que hay que hacer como deportista. Es un deporte de sacrificio”. Y cuanto más se acerca el objetivo deseado, más dedicación pone sobre la mesa: “He estado tres años sin vacaciones, sin vida social, currando para competir en Las Vegas”.

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda