El manto naranja propiciado por la llegada de partículas de polvo en suspensión procedente del desierto del Sáhara cubrió la nieve de la estación de esquí de La Pinilla. Marrón sobre blanco. Una imagen singular que en un principio dejó restos de arena y que según va evolucionando la jornada se va conviertiendo en barro.
Esta circunstancia provocada por los vientos de la borrasca ‘Celia’, que inyecta aire procedente del continente africano y da lugar a estas ‘lluvias de barro’, deja serios problemas para que la nieve se mantenga con el fin de desempeñar la actividad deportiva, puesto que el peso de las particulas de polvo va ganando terreno.
Según el parte de la estación, las instalaciones ubicadas en el término de Cerezo de Arriba permanecen «cerradas por condiciones meteorológicas adversas».
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